Aunque son más poderosos en Europa y Estados Unidos, los movimientos antivacunas están en América Latina y amenazan también con llegar a México. Si bien en el país se tiene un poderoso sistema de inmunización que limita mucho el impacto de este tipo de corrientes ideológicas en el país, expertos muestran preocupación por su impacto en la salud de la población general.
Leticia Cedillo Barrón, académica de Biología Molecular del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) comentó en entrevista con Notimex que la corriente antivacunas no tiene ningún cimiento científico. Reafirmó que la creencia de no inmunizar a los niños porque los fármacos causan enfermedades es completamente falsa y no debería ser escuchada.
Como científica lo puedo decir, cuando se buscan vacunas, se buscan por enfermedades bastante graves y que afectan a muchísima gente, de tal suerte que si hay este tipo de dosis, es porque hay que proteger a los niños y a la población para que no se enfermen. Existe una corriente que dice que debemos de dejar que los hijos se inmunicen con los propios microorganismos que hay en la naturaleza. Lo que es completamente falso.
Apuntó que en muchos países de Europa y Estados Unidos incluso los sectores más educados y cultos de la población han terminado por creer en las historias de los antivacunas, como que las dosis provocan enfermedades neurológicas o autismo. Particularmente culpa a las redes sociales, por donde llega a circular una gran cantidad de información falsa. Apuntó que debe haber un mayor nivel de responsabilidad al momento de compartir estas afirmaciones por internet.
La gente intercambia, manda información de una a otra cadena, donde llega información falsa; entonces, si esto llega a manos de una familia donde no están bien convencidos o no están bien informados de que las vacunas son para proteger la salud de sus hijos, pues evidentemente van a decidir no vacunarlos.
Cedillo Barrón apuntó que centros médicos y dependencias de salud pública deberían llevar a cabo campañas donde se transmitan claramente los efectos de enfermedades como el sarampión, la tosferina y la polio si se llegan a seguir los consejos de los movimientos antivacunas. Señaló que las sesiones informativas pueden ser la mejor estrategia para impedir que surjan defensores de estas ideas dentro del territorio nacional.