Datos elaborados por especialistas del Centro para la Prevención y Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), dieron a conocer que entre 2000 y 2015 el crecimiento en el número de muertes atribuibles a una sobredosis por consumo de drogas se elevó considerablemente entre la población estadounidense.
La citada evaluación permitió identificar que para 2015 cerca de 5 por cada 100 mil habitantes murió por esta causa. Balance que tuvo a la heroína y a los opioides sintéticos (el fentanilo) como las drogas que más vieron una alza en su consumo, durante los últimos años.
64 mil personas murieron por sobredosis de drogas en EE.UU.
Con esto en mente y a la luz del informe 2017 elaborado por los especialistas de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), un instituto supranacional que se desprende de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el estudio de los flujos económicos asociados al mercado de drogas a escala global, detalló que al año 2016, un año después del balance del CDC, el país vecino del norte sufrió una alza considerable en el índice de mortandad ligado a este problema.
Sobre esto, Proceso documentó que esta relación provocó la muerte de 175 personas diariamente, debido al consumo indebido de este tipo de estupefacientes:
El consumo de droga es un tema que, según la ONU, representa un problema de salud para apenas 0.5 por ciento de la población mundial, con una subrepresentación de Estados Unidos, donde 64 mil personas fallecieron por sobredosis en 2016 –175 cada día, en promedio–, y donde el consumo de cocaína parecería ir en aumento. […] el disparo del consumo ilegal de opioides en Estados Unidos se explica en parte porque muchos jóvenes adultos comenzaron a consumir heroína para mantener la adicción generada por el consumo de opioides que se les había recetado para el tratamiento del dolor.
Fentanilo, auténtica amenaza para médicos y pacientes a escala global
Al respecto, tal y como lo ha documentado Saludiario, el uso desmedido de este tipo de opiáceos sintéticos representa un auténtico problema de salud pública, ya que, adicional a su efecto destructivo en la calidad de vida del paciente, posee una carga valorativa de carcácter económico muy importante:
Un kilo de fentanilo equivale a 50 de heroína. Tal cantidad en polvo se puede transformar en un millón de pastillas de un miligramo, que en el peor escenario pueden venderse en 10 dólares cada una o hasta en 20 dólares, según el mercado. Es decir, ese kilo de fentanilo puede generar ingresos de hasta 20 millones de dólares.
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