Hace unos días comentábamos que un liderazgo efectivo en la industria de la salud, aunque no se forma de la noche a la mañana, debe poseer ciertas virtudes indispensables para poder desempeñarse correctamente e inspirar a sus colaboradores.
Te presentamos ahora otras cinco recomendaciones que pueden mejorar significativamente tu liderazgo dentro de tu centro de salud, consultorio o departamento médico. Dentro de unos días, podrás también enterarte de las últimas sugerencias que tenemos preparadas para ti:
Aprende a no obsesionarte con los detalles
Cuando se tiene un equipo de trabajo capaz y confiable, el rol del liderazgo debe centrarse en supervisar el gran esquema de las cosas y confirmar que se estén cumpliendo los objetivos del consultorio. La minuciosidad es responsabilidad de quienes realizan las tareas cotidianas.
Ostentas un rol de liderazgo, no de amistad
Anteriormente hemos discutido las implicaciones de desarrollar una relación más que profesional con tus colaboradores. En resumen, incluso si anteriormente formabas parte del equipo que ahora administras, en el espacio de trabajo lo mejor es mantener una interacción estrictamente formal.
No te sorprendas de los problemas internos
Si eras parte del equipo y ahora lo supervisas, podrías notar conflictos entre tus compañeros que antes no podías percibir porque eran controlados por tu predecesor. Procura no perder el piso ante esta revelación, ya que depende ahora de tu liderazgo que no afecten el ritmo de trabajo
Aprende a lidiar con retos de productividad
Puedes aprovechar el inicio de tu liderazgo para identificar y empezar a diseñar soluciones a problemas que pudieran estar reduciendo el pleno potencial del equipo de trabajo. Esto implica crear un sistema que te ayude a lidiar con colaboradores que no están dando de sí.
Trata a cada persona con el respeto que merece
Estar en una posición de liderazgo no te hace superior que el resto del equipo. Es importante que a cada miembro del consultorio, centro de salud o departamento médico lo trates con dignidad; o de lo contrario podrías terminar por afectar tu posición de supervisor y deteriorar la moral de todos.