Puede antojarse aburrido e incluso innecesario hablar de responsabilidad profesional médica y sus consecuencias legales, ya que ningún profesional de la salud pretende actuar para colocarse en situaciones difíciles; sin embargo, nadie está exento de cometer errores que desencadenen quejas de los pacientes, así que saber qué opciones se tienen en tal caso puede prevenir la perdida del patrimonio y la tranquilidad personal.
La responsabilidad civil, a diferencia de la responsabilidad administrativa, supone necesariamente la existencia de un daño causal, ya sea patrimonial o moral al proceder, con o sin dolo, por lo que el Código Civil Federal mexicano establece en el artículo 1910 la obligación de toda persona a reparar el daño causado cuando se hubiere actuado “ilícitamente o contra las buenas costumbres”.
Ahora bien, en caso de enfrentar una controversias tienes dos vías para resolverla:
1) Mediante conciliación y arbitraje llevado a cabo ante la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAME). Para recurrir a esta instancia, las partes involucradas deben tener disposición para hacerlo, ya que la resolución que arroje tendrá la misma fuerza que una sentencia ejecutoria, de modo que no procederá ningún recurso o juicio, por lo que deberá aceptarse lo ahí resuelto.
2) Por la vía jurisdiccional. Éstas controversias suelen resolverse tras largos periodos. En estos casos la autoridad competente, generalmente un juez civil de primera instancia, deberá dirigirse tomando como referencia la legislación civil de la Entidad Federativa a la que pertenezca. Usualmente, el demandante exige el pago de los daños físicos y morales ocasionados por la atención médica y, si las pruebas acreditan la responsabilidad del profesional de la salud, el juez fija el monto de indemnización por daño moral tomando en cuenta los derechos lesionados, grado de responsabilidad, situación económica del médico y de la víctima. En cambio, cuando el daño traiga como resultado la muerte o lesiones que incapaciten al paciente, el monto se determinará con base en lo dispuesto por la Ley Federal del Trabajo.
En ambos casos, estar preparado para resolver una controversia por responsabilidad civil implica tener un plan de acción de defensa médico legal. Para ello, puedes considerar como parte de la prevención:
- Adquirir un seguro de Responsabilidad civil para profesiones médicas.
- Afiliarte a alguna institución que ofrezca defensa legal del médico.
- Buscar a un abogado de confianza especializado en defensa médica.
- Comprar algún paquete de servicios de defensa en un despacho de abogados.