Muchas conclusiones de los médicos parten de la información que proporcionan los pacientes. Sin embargo, no es poco común que las personas no sean honestas con sus doctores. Aunque existen formas para detectar cuando una persona está mintiendo, no es lo ideal. En un mundo perfecto, los individuos no tendrían razón para no decir la verdad durante la atención médica.
Un grupo de expertos de la Universidad de Utah analizaron las razones detrás de esta deshonestidad. Sus resultados fueron publicados en la revista JAMA Network Open. De acuerdo con Angela Fagerlin, líder de la investigación, este fenómeno es muy extenso. Entre el 60 y el 80 por ciento de los pacientes han mentido alguna vez a su doctor.
Cuando los participantes explicaron por qué no habían sido honestos, dijeron que no querían ser juzgados. Tampoco les gusta que les regañen por sus hábitos nocivos. Más de la mitad, solo tenía pena de decir la verdad. La mayor parte de los pacientes quiere que sus doctores piensen bien de ellos. Les preocupa ser vistos como un individuo que no toma buenas decisiones.
¿Qué pacientes son los que mienten más seguido?
El estudio contó con la participación de dos grupos. El primero, de 2 mil 11 pacientes, reportó una edad promedio de 36 años. Un segundo conjunto de 2 mil 499 pacientes señaló una edad media de 61. A todos se les proporcionó siete escenarios comunes durante una consulta médica. En cada uno, se les preguntó si alguna vez lo habían vivido y qué respuesta dieron en su momento.
Las pacientes mujeres jóvenes con una auto-percepción de mala salud fueron las más propensas a mentir a sus doctores. Los investigadores creen que el fenómeno puede ser demasiado común. Incluso, les preocupa que los resultados de su estudio no sean fidedignos por esa misma razón. Es decir, que los participantes hayan mentido sobre cuánto mienten a sus doctores.
Señalaron que es necesario que los pacientes sepan qué tan importante es compartir información. Reafirmaron que muchas personas no saben lo dañino que es mentir a su especialista. En especial, si padecen de una condición crónica. Sin embargo, señalaron que tal vez los mismos médicos podrían tener un rol en esta deshonestidad. Sugirieron que, como la comunicación es de dos partes, tal vez se podría entrenar al personal clínico para fomentar la honestidad en la gente.