Sin duda, un líder en salud siempre quiere que su personal dé el extra. Pero en ciertos niveles de exigencia, la moral termina por recibir un duro golpe. Las organizaciones médicas siempre deben aspirar a barras cada vez más altas. Pero cuando los estándares son excesivos, solo afectan el rendimiento. ¿Sabes qué fenómenos indican cuando tus expectativas son demasiado altas?:
1Te sientes decepcionado de ti mismo
Muchos líderes no solo ponen exigencias excesivas a sus colaboradores médicos. También tú podrías estar buscando niveles de perfección que no son razonables. Analiza cuidadosamente el estado de tu moral. Pregúntate, ¿te sientes orgulloso de tus logros y habilidades?
Si la respuesta es negativa, probablemente tus estándares personales son muy altos. Incluso, es posible que hayan distorsionado por completo tu percepción. Podrías creer que esto te motiva siempre a ser mejor. La verdad, es que solo lleva a baja moral e insatisfacción profesional.
2Ya no hay confianza ni moral en tus colaboradores
Hay dos formas en que los estándares excesivos se manifiestan en una organización médica. Uno, tu equipo empieza a sentirse frustrado o molesto con el líder (en este caso, tú). O bien, su percepción también empieza a distorsionarse. El resultado es un sentimiento de inferioridad.
No siempre estas emociones provocan un ánimo por mejorar. La mayor parte de las veces, solo desaniman a la gente y dejan de intentar. Peor todavía, pueden perder perspectiva de dónde terminan sus áreas de oportunidad y dónde comienzan tus estándares excesivos. Observa a tus colaboradores. ¿Ése es su caso? Si es afirmativo, tienes un problema entre manos.
3La organización pierde fortaleza ante el cambio
Cualquier situación adversa, cuando la moral está por los suelos, es más difícil de enfrentar. Pero es particularmente dura cuando el líder tiene altos estándares. La gente, insegura y criticada, no sale a enfrentar los desafíos. Más bien, tiende a quedarse paralizada y asustada.
Las exigencias excesivas, además, matan la creatividad y el ánimo innovador. Si tus estándares son demasiado altos, no solo se pierde la moral. También se puede deteriorar el ánimo para salir adelante como una unidad. Incluso puede afectar la capacidad de tu equipo de trabajar en nuevos proyectos. Analiza los ánimos de tu gente. ¿Se ven dispuestos a luchar por la organización?