Autoridades del estado de Guerrero, a través de sus representantes en la dirección encargada de la administración de los Servicios de Salud (SSG), confirmaron la entrada en operación del nuevo Hospital General de Acapulco en la zona de “El Quemado”, una obra de infraestructura médica que funcionará como reemplazo del antiguo centro de salud de localidad. Sin embargo, los médicos y la derechohabiencia se niegan a ser trasladados. La razón: la ubicación del nuevo inmueble.
Continuamos la gira de trabajo en Acapulco. Recorremos el nuevo hospital de El Quemado, cuyas instalaciones ya cuentan con todos los servicios. #ReconstruyendoGuerrero pic.twitter.com/HG9EyY4296
— Héctor Astudillo (@HectorAstudillo) 2 de diciembre de 2017
El problema de “El Quemado”
Inseguridad y largas distancias el motivo de las protestas
Con esto en mente y de acuerdo con al información materializada en un artículo publicado por la cadena de noticias del periódico El Sol de Acapulco, la manifestación encabezada por dos médicos, un administrativos y pacientes del Seguro Popular, en coordinación con vendedores de las inmediaciones del Hospital General de Acapulco irrumpieron en dicho centro de salud para exigir que no tienen pensado trasladarse a la zona de “El Quemado“.
Al respecto, el Dr. José Martín Aguirre Caro, médico ginecólogo y uno de los principales voceros de la protesta, detalló que en total son más de 25 personas quienes desde las 12 del día del pasado miércoles han tomado las instalaciones directivas del nosocomio.
Ninguno de los trabajadores y pacientes se quiere ir al Quemado porque es una zona de alta incidencia delictiva y no cuentan con los recursos suficientes para trasladarse hasta la periferia de la ciudad, sobre todo personas que necesitan tratamiento o tienen algún problema de discapacidad. Vamos a seguir laborando en este hospital, aunque no maten aquí adentro, mis compañeros han sido amenazados con destituirlos y desde aquí les digo que no nos hacen nada, nos la van a pellizcar, al derechohabiente no le pueden callar la boca, ya hay amparos de trabajadores.
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