Existen múltiples mitos alrededor de la marca médica. Pero uno de los más lamentables es que es una característica exclusiva de las organizaciones. Muchos profesionales de la salud creen que solo laboratorios, hospitales y centros de atención deben construir su reputación en el sector. Lo cierto es que también los individuos, si desean una carrera exitosa, deben invertir en ello.
Comenzar a construir una marca médica puede ser difícil. Por eso, uno de los mejores entornos en donde empezar es el mismo trabajo. Dentro del espacio laboral conviven decenas, a veces cientos o miles, de especialistas. Hacerse de una reputación entre ellos, en especial con los supervisores, puede ser muy benéfico a largo plazo. Estos son 4 espacios donde puedes iniciar:
1Revisiones de desempeño
Estas sesiones son ideales para construir la marca médica con tu jefe. Procura elegir los logros y lenguaje que sean más adecuados a la imagen que quieres crear. También es una oportunidad para recibir retroalimentación sobre tu trabajo. Trata de crear objetivos claros a futuro, para darle un seguimiento en los meses consecutivos. No dejes que esta conversación quede al aire.
2Propuestas o iniciativas
Si tienes alguna idea para mejorar el servicio de los pacientes, es importante que la compartas con tus superiores. Pero cuando lo hagas, ten consciente que no solo está en juego el proyecto en sí. Estas interacciones son una oportunidad para dar a conocer tu marca médica. Particularmente, cómo te desenvuelves como profesional de la salud. Piensa en cómo quieres ser percibido.
3Reuniones de trabajo
Estas sesiones con tus compañeros y colaboradores son perfectas para transmitir tu marca médica. Trata de sobresalir sin presumir de tu capacidad, inteligencia o logros. Estas actitudes solo te harán lucir arrogante ante tus iguales, lo que perjudica a largo plazo. Más bien, trata de enfocarte en qué cosas te hacen diferente y único para que los demás también lo noten.
4Embajador de la marca médica de tu organización
Probablemente la institución o negocio donde trabajas tiene intenciones comerciales. El material que generan con este fin puede ayudar a construir tu propia reputación. Comparte activamente estos contenidos en tus redes sociales y perfiles. Trata de acompañar cada interacción con un comentario u opinión propia. Así, podrás colgarte del éxito de tu entorno laboral. Pero al mismo tiempo, podrás empezar a dar forma a cómo te percibirán otros profesionales del sector.