Ciertamente la obesidad es un problema cada vez más grueso a escala global. Así lo señaló la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Actualmente, uno de cada ocho adultos en el mundo padece de esta condición. La alimentación contemporánea tiene mucho que ver con la prevalencia de este reto. Pero, contrario a lo que se podría pensar, la comida rápida no es el peor pecador. De acuerdo a un nuevo estudio, son los restaurantes.
Esta conclusión fue publicada en la revista BMJ, bajo el liderazgo de la Universidad Tufts. Susan Roberts, autora líder del estudio, señaló que se analizó el contenido calórico promedio en estos locales. El estudio fue realizado a escala internacional, con 6 países participantes. En promedio, la comida rápida tiene 33 por ciento menos calorías que los platillos servidos en restaurantes.
La comida rápida ha sido señalada ampliamente como un objetivo fácil para cambios en la dieta. Esto, por su alta concentración calórica. Sin embargo, en trabajos anteriores exploramos los platillos en restaurantes de Estados Unidos. Creímos que podrían ser una meta de intervención en la lucha contra la obesidad. [Ahora confirmamos que se trata de un fenómeno global].
Comida rápida vs restaurantes: todo está en la unidad de medida
Los países que se analizaron en el estudio fueron China, Ghana, India, Brasil, Estados Unidos y Finlandia. Se tomaron como muestra múltiples platillos típicos en comida rápida y restaurantes de cada nación. Después, se calculó su contenido calórico neto. La gran mayoría de los alimentos analizados estaban por encima de la recomendación de caloría para una cena.
Además, los platillos de un restaurante tendieron, en general, a tener más calorías que la comida rápida. De hecho, sólo opciones de estos locales establecidos superaron el límite de 2 mil 500 calorías. Este nivel es la recomendación diaria de las autoridades de salud británicas para pacientes hombres. Sin embargo, en densidad, los resultados son ligeramente distintos.
Cuando se observa cuántas calorías por gramo aporta un platillo, hay un equilibrio más notorio. Pero incluso en esta comparación, la comida rápida tiende a tener una carga calórica menor. Roberts afirma que el estudio se realizó solo considerando platos fuertes. Es decir, no se tomó en cuenta bebidas, postres o entradas. Por eso, la verdadera sobreaportación nutricional de un restaurante podría estar subestimada.