Si has estado al tanto de las recientes declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, sabes que la salud es uno de sus temas prioritarios. En ese sentido, una de sus promesas más ambiciosas es instaurar en nuestro país un sistema de salud pública al estilo nórdico. Es claro que se trata de un objetivo bastante ambicioso, pero lo que algunos cuestionan es si realmente es realizable.
Para poder hacer un análisis más completo, lo primero es conocer la forma en que funciona la salud pública en los países nórdicos. Si se toma como modelo a naciones europeas como Dinamarca, Finlandia, Irlanda, y Suecia, todas cuentan con un sistema basado en el Modelo Beveridge, financiado mayoritariamente por impuestos.
Características principales
La mayor característica es que todos los ciudadanos y sus residentes legales tienen acceso gratuito a la salud. Esto quiere decir atención primaria, consultas ambulatorias de atención especializada, ingresos hospitalarios y servicios de urgencias.
De igual forma, también se proporciona de forma gratuita los medicamentos vinculados a sus necesidades. Aunque en el caso de las medicinas sin receta y los servicios oftalmológicos, sí tienen un costo.
Mayores inversiones
Algo importante en lo que se debe hacer mención es que para lograr lo anterior mencionado, los impuestos son bastante elevados y existe una fuerte inversión en salud. Como ejemplo, Suecia invierte el 11.9 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) en salud, mientras que Noruega dedica el 9.7 por ciento en este rubro.
Para hacer un comparativo, en 2017 la inversión en salud pública en México fue equivalente al 3.3 por ciento del PIB del país. La cifra inclusive contrasta con el resto de las naciones de América Latina, las cuales, en promedio, invierten el 4.6 por ciento de su PIB en este aspecto.
Así que de esta manera, es claro que existen muchas diferencias y aspectos por cambiar.
Y tú, ¿crees que dentro de dos años México cuente con un sistema de salud al estilo nórdico como se promete?