Aunque de manera oficial todavía no inicia el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, desde su campaña presidencial el tabasqueño estableció algunas de las estrategias que implementará a partir del próximo 1 de diciembre, siendo una de las más llamativas la descentralización de las Secretarías e institutos gubernamentales.
De tal modo, mientras que en la actualidad todas las oficinas centrales de las diferentes dependencias se encuentran en la Ciudad de México, la idea es poder repartilas a lo largo y ancho del territorio nacional bajo el pretexto de incentivar un desarrollo integral del país y no sólo el de algunas entidades.
Como parte de esta estrategia, Andrés Manuel López Obrador buscará trasladar la sede nacional del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) al estado de Colima, situación que ha causado controversia entre varios de los trabajadores de la dependencia, pues mientras algunos han apoyado la idea, otros han mostrado su descontento.
Al respecto, diversos especialistas coinciden en que implementar descentralización requerirá de varios años, pues no sólo se necesita encontrar un nuevo inmueble que pueda albergar las nuevas oficinas, sino que además se requiere la realización de estudios demográficos, así como la búsqueda de opciones de vivienda y escuelas para las familias de los trabajadores que tengan que mudarse.
En ese sentido, de acuerdo con las estimaciones, se prevé que se necesite de un monto inicial de 125 mil millones de pesos para la construcción, equipamiento y mudanza de las 31 dependencias que se tienen contempladas, dentro de las cuales se planea llevar al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a Michoacán y la Secretaría de Salud a Guerrero.