En los últimos años los grupos antivacunas han florecido en todo el mundo, provocando el resurgimiento de enfermedades que se creían erradicadas como el sarampión, varicela y paperas, siendo los principales afectados Estados Unidos, Europa y América Latina. Desafortunadamente, las instituciones de salud alrededor del mundo arrojan estadísticas cada vez más preocupantes de sus consecuencias en partes del planeta.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que, en lo que va del año, Europa ha registrado más de 41 mil casos de sarampión, una cifra récord en el viejo continente. Asimismo, las autoridades de salud locales también han registrado la muerte de, cuando menos, 37 personas a causa del resurgimiento de la enfermedad en este 2018.
De acuerdo con el capítulo europeo de la OMS, los casos de sarampión durante la primera mitad del 2018 han superado el número de infecciones registradas en cada año de la década pasada. De hecho, la incidencia de la enfermedad prácticamente se ha duplicado con respecto al primer semestre del 2017 (23 mil 927 casos), y ha aumentado 677 por ciento con respecto al 2016 (5 mil 273 casos).
Ucrania ha sido el principal responsable de este pico en la cantidad de infecciones, pues la nación de Europa del Este abarca más de la mitad de los pacientes con sarampión en toda la región. Otros países donde también se han detectado más de mil casos en lo que del año son Francia, Georgia, Grecia, Italia, Rusia y Serbia.
Según informa la OMS, aunque el sarampión redujo su mortalidad en 84 por ciento desde principios del milenio, se mantiene como una de las principales causas de muerte entre niños pequeños. Por otra parte, aunque el porcentaje de inmunización infantil contra este virus fue de 85 por ciento en 2016, el organismo afirma que se necesita de una cobertura de 95 por ciento para prevenir epidemias.
Afortunadamente algunos países, como Italia y Rumania, han pasado leyes que requieren a los padres inmunizar a sus hijos contra el sarampión si no quieren incurrir en multas o que rechacen a los niños de la escuela. Sin embargo, grupos políticos han conseguido promover propuestas que intentan suspender estas campañas de vacunación obligatoria, para la preocupación de la comunidad de salud global.