Con base en la Organización Mundial de la Salud (OMS), la esquizofrenia es uno de los trastornos mentales más comunes y, aunque no existe una cifra exacta acerca de su incidencia, se estima que afecta a 21 millones de personas en todo el planeta, siendo lo más lamentable los efectos adversos que provoca a la calidad de vida de los pacientes.
En este caso, para entender de mejor manera esta situación, durante el XIII Congreso de la Asociación Mundial de Rehabilitación Psicosocial (WAPR), realizado en Madrid, se presentó una investigación realizada por especialistas de la Línea de Rehabilitación Psicosocial (LRHP) la cual mostró que el daño que sufren los pacientes con esquizofrenia es tan fuerte que se reduce hasta un 20 por ciento su esperanza de vida, lo que significa alrededor de 15 años.
A su vez, el trabajo confirmó que cuando la esquizofrenia se combina con depresión, los pacientes tienen entre un 40 y 60 por ciento de probabilidades de morir de manera prematura, las cuales principalmente son provocadas por enfermedades somáticas, complicaciones cardiovasculares y suicidio.
De igual manera, se ha detectado que los pacientes con esquizofrenia tienden a desarrollar una mala alimentación, lo que aumenta sus probabilidades de problemas mortales como obesidad, hipertensión y diversos tipos de cánceres.
Por otra parte, un dato a considerar es que un estudio previo realizado por el Hospital Clínic de Barcelona (HCB), se estima que 1 de cada 100 personas en todo el planeta desarrollará esquizofrenia antes de cumplir 60 años, por lo cual es muy importante poner atención en los pacientes para brindarle atención oportuna.