Un trabajo de investigación elaborado por un equipo de científicos y especialistas del Wexner Medical Center (WMC) de la Universidad Estatal de Ohio (OSU) y publicado en la edición más reciente del Contraception Journal, reveló que a lo largo de 30 años de análisis sistemático de pacientes sometidos a un tratamiento con anticonceptivos orales, no existe, como tal, una relación entre el consumo de este tipo de instrumentos para el control de la natalidad y la manifestación de cuadros depresivos.
“Mis pacientes estaban preocupados por saber si estos anticonceptivos generan depresión”, Dr. Worly
Con esto en mente y a la luz de la redacción de un artículo publicado por la cadena CNN, el Dr. Brett Worly, médico especialista y uno de los principales responsables del trabajo de investigación, detalló que el desconocimiento asociado a los diversos dogmas y mitos sobre la anticoncepción que giran en torno al paciente, impiden que este opte por alguno de ellos. Una situación que favorece la generación de las complicaciones que todos conocemos por la falta de un control de la natalidad.
Muchos de mis pacientes quieren saber si su control de natalidad conducirá a la depresión. Esta preocupación a veces impide que elijan un método. Según nuestros hallazgos, no debería ser una preocupación para la mayoría de las mujeres, y deberían sentirse cómodas sabiendo que están tomando una decisión segura.
Cifras de la ignorancia
En México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 36 por ciento de los pacientes en edad reproductiva, de 15 hasta 29 años de edad, considera innecesaria la utilización de un dispositivo para el control de la natalidad. Una cifra que se suma a un 11 por ciento que piensa que los anticonceptivos tienen efectos secundarios que no quieren “sufrir”.
Te recomendamos leer el texto original (en inglés) titulado: The relationship between progestin hormonal contraception and depression: a systematic review, a través del siguiente enlace.
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