La utilización de la oximetría de pulso podría resultar un método adicional y efectivo en el diagnóstico y detección temprana de la cardiopatía congénita compleja, pues se trata de una prueba sencilla, no invasiva y de bajo costo que se traduciría en un beneficio considerable visible en la calidad de vida del recien nacido y, desde luego, en la disminución del grado de incertidumbre de la familia del paciente.
Con esto en mente, el doctor Jesús Hernández Tiscareño, médico especialista en Terapia Intensiva Pediátrica y jefe de la unidad de Terapia Intensiva Pediátrica adscrito en el Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional “Siglo XXI”, reconoció que este procedimiento cumple con los criterios necesarios para su inclusión al panel de cribado neonatal universal.
La oximetría de pulso es un procedimiento no invasivo, que mide la cantidad de oxígeno en el torrente sanguíneo, se puede utilizar como una herramienta de detección para la enfermedad cardiaca congénita compleja en los recién nacidos, siendo más fácil de conseguir que la ecografía, la cual es el estándar de oro para diagnóstico de cardiopatía congénita.
En este sentido, el especialista explicó que la aparición y desarrollo de defectos cardiacos congénitos son una de las constantes más comunes que se presentan en la sala de parto. De tal manera, la utilización de este mecanismo podría suponer una ventaja sobre las herramientas convencionales para la detección de este tipo de patologías, tales como:
- El examen físico;
- El electrocardiograma; y,
- La radiografía de tórax.
Por otro lado, el doctor dio a conocer que en general, la aparición de estas patologías congénitas obedece a una relación de 9 de cada mil nacimientos vivos. Asimismo, representan cerca del 6 y 10 por ciento de todas las muertes infantiles y alcanza cifras de entre el 30 y 50 por ciento de todas las muertes por malformaciones congénitas.
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