Como seguramente estarás al tanto, en los últimos meses diversas campañas antivacunación han emergido en diferentes regiones del mundo, obligando incluso a algunos gobiernos a tomar medidas para asegurar que las vacunas sean aplicadas a los niños. Sin embargo, casos como los del doctor Ming Te Lin de Chicago son lo que seguramente hace cuestionarse a los padres si deben o no vacunar a sus hijos.
Resulta que este miércoles por la tarde autoridades sanitarias del estado de Illinois tomaron la decisión de suspender de manera provicional la licencia médica de Ming Te Lin, quien durante la última década se encargó de inocular a sus pacientes con vacunas modificadas, a las cuales agregaba regularmente vodka y/o saliva de gato.
La decisión del Departamento de Regulación Financiera y Profesional de Illinois llegó como consecuencia de varias quejas levantadas por prestadores de servicios médicos de la localidad, quienes señalaron que el doctor Ming Te Lin se encontraba administrando versiones orales no aprobadas de vacunas infantiles.
Al realizar un cateo en el consultorio del doctor en cuestión las autoridades se toparon con una oficina sin esterilizar repleta con frascos y tubos que Lin utilizaba para realizar sus vacunas caseras, que, de acuerdo con el registró del médico, incluso fueron administradas en bebés de 7 días de edad.
De acuerdo con lo dicho por el propio Lin a los investigadores, éste modificaba las vacunas añadiendo alcohol y, ocasionalmente, saliva de gato (la cual era recolectada con una torunda), para posteriormente utilizar un aparato llamado WaveFront 2000 con el cual eliminaba el mercurio de las mismas.
Asimismo el médico indicó que la vacuna era administrada oral o nasalmente si el paciente o alguno de sus familiares tenía historia de autismo, eczema o problemas neurológicos.
Sobra decir que ninguno de los métodos utilizados por el galeno cuenta con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), además de que en ningún momento informó a sus pacientes sobre los riesgos que existían al recibir un tratamiento de este tipo, razón por la que ahora deberá de presentar su caso ante la Junta Médica Disciplinaria el próximo 11 de octubre para determinar su sanción.
Sin lugar a dudas un tema bastante escabroso y que demuestra que incluso los propios médicos (algunos) creen en los remedios caseros por encima de la ciencia médica.