Dentro del sector de salud pública existen diversos puntos débiles que se deben combatir. Mientras que algunos señalan los largos tiempos de espera, otros hablan del equipo obsoleto con el que cuentan. Pero algo en lo que no se puede negar es la falta de medicamentos para surtir las recetas.
El problema es tan grande y evidente que las propias autoridades lo han aceptado. En palabras de Germán Martínez, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en la actualidad cuentan con un abastecimiento del 80 por ciento. Por su parte, en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) se registra una situación similar.
Por su parte, otros señalan que en realidad el problema no es un desabasto tal cual de medicamentos sino de distribución. Esto debido a que en grandes metrópolis como la Ciudad de México no es tan evidente o resulta mínima la falta de ciertos fármacos. Lo preocupante se registra en zonas rurales donde sí es demasiado grande el déficit que se presenta.
En este caso, sin importar cual de las dos opciones es la más adecuada, todo resulta preocupante por los proyectos que existen a futuro. Si se toman en cuenta los planes de las autoridades, el IMSS Bienestar contempla ofrecer medicamentos a toda la población, incluidos los no afiliados. Pero si en la actualidad las unidades rurales no cuentan con insumos suficientes, a futuro luce muy complicado poder satisfacer la demanda.
Al final, lo más importante es que se tomen las medidas necesarias para combatir el problema de forma inmediata. De lo contrario, tanto los pacientes como los profesionales de la salud serán los más afectados.