Hoy, el sector médico tiene un conocimiento relativamente extenso sobre la regeneración celular. Sin embargo, múltiples investigadores desean provocar y acelerar el proceso a voluntad. Incluso, se busca alargar la efectividad de este mecanismo en las últimas etapas de la vida. Así, se podría facilitar significativamente la atención que se le da a los pacientes.
Una nueva investigación podría haber encontrado la forma de conseguir este objetivo. El estudio en cuestión fue publicado por un equipo del Colegio Imperial de Londres en Advanced Materials. En el documento, se describe a la molécula TrAP. De acuerdo con Ben Almquist, autor líder, el descubrimiento permitiría la creación de materiales médicos que aceleren la regeneración celular.
La tecnología TrAP provee un método flexible para crear materiales que se comunican activamente con la herida. Envía instrucciones clave cuando y donde son necesarias. Esta forma de regeneración dinámica e inteligente es útil en cualquier etapa del proceso de curación. Tiene el potencial de incrementar la probabilidad de recuperación del cuerpo. Además, tiene usos con un alcance muy extenso en una gran variedad de lesiones.
Un innovador sistema de regeneración celular forzada
TrAP es el acrónimo en inglés para cargas útiles de tracción activadas a la fuerza. Este método busca recrear el proceso natural de regeneración de tejidos. La molécula se enlaza tanto a las proteínas de curación como a las células en la herida. Conforme los microorganismos se mueven por el entorno, se activa más rápidamente la orden para crecer, multiplicarse y reparar el daño.
En pruebas de laboratorio, las TrAPs probaron ser capaces de un alto grado de personalización. Teóricamente, se les podría forzar a ligarse con un tipo específico de célula. Según el tipo de herida, se usarían variaciones específicas de la molécula que aceleren todavía más el proceso de regeneración. Así pues, podría usarse en lesiones en huesos, corazón e incluso nervios.
Además, las TrAPs son supuestamente muy sencillas de crear. De acuerdo con Almquist, podrían ser fácilmente adaptadas para su producción industrial. Además, su método de regeneración utiliza un sistema similar a otros tratamientos clínicamente aprobados. Por ello, el equipo cree que no debería ser complejo conseguir permiso de las autoridades para su uso en pacientes.