Hay muchas distinciones, a nivel social, biológico e incluso molecular, entre hombres y mujeres. En el sector salud, estas diferencias se materializan de varias formas. Por ejemplo, que el cáncer cerebral es muy distinto entre un sexo y otro. También, que las pacientes femeninas tienden a vivir más tiempo que su contraparte masculina. Incluso en la función del corazón hay disimilitudes.
Así lo afirmó el físico Alejandro Frank, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El especialista llevó a cabo un estudio junto al Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ). Su objetivo fue identificar el funcionamiento del corazón, así como su comportamiento. Específicamente, se observaron los intervalos de los latidos. Ahí, se reveló que el órgano femenino es mucho más complejo que su contraparte masculina.
El corazón es complejo, pero el de la mujer lo es más
Frank señaló, en entrevista con UNAM Global, que se examinaron cardiogramas de varios participantes. En la muestra había pacientes de múltiples edades y ambos sexos. El objetivo era comprender más a profundidad el vaivén del corazón entre la sístole y la diástole. Al comparar las gráficas generadas por hombres y mujeres, el especialista observó un fenómeno inesperado.
De jóvenes todos tenemos un corazón muy variable. Pero el de los hombres rápido comienza a regularizarse. Las mujeres, por el contrario, se mantienen durante más tiempo fluctuantes. Por eso digo que el órgano femenino es más complejo que el masculino. […] De alguna manera, la vida yace a la mitad de estos dos caminos. Entre la frontera del caos y el orden.
El especialista señaló que el corazón empieza a latir de forma más regular con los años. Frank comparó la periodicidad en el ritmo del órgano con otras características del envejecimiento. Por ejemplo, la forma más rígida de caminar o una forma más cerrada de pensar y opinar. Hizo énfasis que la irregularidad no es un índice de enfermedad o mal funcionamiento.
Al contrario, el físico de la UNAM afirmó que la irregularidad del corazón es indicación de salud. Señaló que, en un experimento realizado en el Instituto Nacional de Cardiología, la mayoría de los especialistas relacionaron los latidos periódicos con pacientes sanos. Frank apuntó que, en realidad, los cardiogramas regulares eran de personas enfermas. Apuntó que el órgano, así como puede palpitar de forma constante, también altera su ritmo por estímulos físicos o emocionales.