Durante años ha estado presente la discusión en torno a las posibilidades de la clonación y edición genética. Con los recientes avances tecnológicos, son frecuentes los proyectos que, aunque en apariencia buscar hacer el bien, al final no dejan de ser arriesgados y contradecir la naturaleza humana.
En ese sentido, el debate se reavivó hace unos días a partir de que el científico chino He Jiankui dio a conocer que había realizado la primera alteración genética en humanos. El experimento consistió en editar el genoma de al menos a dos embriones y hacerlos potencialmente inmunes al Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).
Si bien, la respuesta inmediata de las autoridades internacionales fue de rechazo y se le ordenó al investigador detener la experimentación genética, las opiniones no han parado desde entonces.
De acuerdo con lo informado, para el experimento de empleó la herramienta de edición genética llamada CRISPR. También conocida como “tijera genética”, permite cortar secciones del genoma para eliminar un gen, pero también insertar nueva secuencias de ADN o cambiar las ya existentes.
Por su parte, Jiankui defendió su acción y dijo que la idea partió del sufrimiento y la discriminación que enfrentan las personas con VIH.
La edición genética puede salvar a un niño de una enfermedad mortal, como la fibrosis quística, o de una infección que pone en riesgo la vida, como el VIH. No sólo da a ese pequeño niño o niña igualdad de oportunidades para vivir una vida sana sino que también nos permite sanar una familia entera.
Ante esta situación, ¿tú como profesional de la salud qué opinas acerca de la edición genética para prevenir enfermedad mortales?