La semana pasada, Germán Martínez aseguró que la universalización de la salud se lograría este sexenio. El director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) apuntó que el proceso sería largo y paulatino. Sin embargo, reafirmó que estaría listo durante la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), como se prometió. Éstas podrían ser solo falsas esperanzas.
Héctor Villarreal Páez señaló, en entrevista con Saludiario, que la ansiada universalización podría tardar hasta 10 años. El director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) reafirmó que este estimado corresponde a una baja inversión en salud, ya que podría reducirse si se aumenta el presupuesto. Sin embargo, cree que AMLO no destinará más de 2.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) al sector.
Universalización en salud, cuestión de perspectivas
Rodrigo Hernández, investigador del centro Gestión Social y Cooperación (Gesoc), afirmó que primero se deben definir los parámetros. Comentó que la universalización de la salud puede concretarse de varias formas. Para eso, mencionó el caso del IMSS y el Seguro Popular. Señaló que, dadas las condiciones del país, lo ideal sería buscar acceso físico a los servicios.
Por su parte, Lizbeth Méndez Méndez, investigadora del CIEP, señaló que también debe vigilarse la cuestión de la profundidad. Dijo que los servicios de salud no están estandarizados. Recordó que el IMSS abarca, en papel, todos los padecimientos. Por otro lado, el Seguro Popular y el anterior IMSS-Prospera solo cubren una fracción. La universalización en la atención se alcanzaría únicamente cuando todos los ciudadanos puedan acceder a la misma calidad de cuidado.
Villarreal Páez comentó que debe revisarse cuidadosamente cómo será la transición del Seguro Popular al IMSS. Apuntó que si se busca un servicio de salud centrado en el Instituto, con un mismo paquete de atención, el reto está en el financiamiento del proyecto. Si cada población mantiene un cuidado distinto, aunque el cambio sea menor habrá todavía una barrera financiera.
Necesitamos el diseño de ese sistema de salud. Primero, quién puede participar. ¿Todos? Entonces decidimos si con paquetes [de atención] iguales o diferenciados. Después, hay que resolver el asunto de las cuotas. Eventualmente, tenemos que supervisar la transferencia de recursos del gobierno […]. Pero si te sirve para tener un sistema mejor diseñado, vale la pena […]. Pero no va a quedar en seis años. Si trajeras carretillas de dinero, llegas super agresivo y cambias todo. Pero con restricción presupuestaria, me gusta la transformación para 10 años.