La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) realizó una determinación histórica. Declaró inconstitucional que las empleadas domésticas carezcan de un régimen de seguridad social. Así, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) deberá incorporarlas a su esquema. Por su parte, el Congreso de la Unión deberá crear el marco legal para observar esta disposición.
Ante esta resolución, Germán Martínez Cázares, titular del IMSS, afirmó que obedecerá el mandato. De acuerdo a los lineamientos de la Suprema Corte, deberá tener listo un programa piloto en 2019. En específico, durante la primera mitad del año. El objetivo de esta iniciativa, según la SCJN, debe ser erradicar la discriminación de la que son víctimas estas trabajadoras.
“El IMSS tiene las puertas abiertas para todas y para todos”
La resolución de la Suprema Corte parte de un amparo de una empleada doméstica. La mujer, de 80 años de edad, demandaba a sus patrones las prestaciones de 50 años de servicio. La SCJN determinó que un tribunal federal debía determinar el pago de estos beneficios. Por este caso, la Junta de Conciliación y Arbitraje deberá vigilar varios elementos. Entre ellos, indemnización por despido injustificado, pago de salarios caídos, vacaciones, prima vacacional y horas extra.
A raíz de este hecho, el ministro Alberto Pérez Dayán realizó la propuesta de incorporar a este sector al IMSS. La iniciativa fue aprobada por unanimidad. Los ministros determinaron que “no existe razón ninguna razón constitucionalmente válida por la cual […] el IMSS [excluya] el trabajo doméstico del régimen obligatorio de seguridad social”. Se pretende que Martínez Cázares y su equipo diseñen un régimen especial para esta población.
Por su parte, el titular del IMSS dijo que acatará de inmediato el mandato de la Corte. Señaló que en el Instituto se recibe a cualquier población, sin distinciones ni privilegios. Conforme a las solicitudes de la SCJN, ordenó a la Dirección de Incorporación y Recaudación diseñar un programa piloto. El mismo debe estar preparado para la primera mitad del 2019.
Al mismo tiempo, el Congreso debe modificar el marco legal. En 18 meses, los legisladores necesitan incorporar formalmente el nuevo régimen del IMSS al sistema de seguridad social. Como mínimo, este nuevo marco debe incorporar los siguientes beneficios. Pago de riesgos de trabajo, enfermedades, maternidad, vivienda, guarderías, invalidez, seguros de vida, retiro, cesantía en edad avanzada y vejez.