Para México y el resto del mundo, el cáncer de mama es uno de los retos de salud pública más importantes. No solo es una de las enfermedades más peligrosas entre las pacientes mujeres (con 460 mil muertes al año), sino que también hay tasas de diagnóstico temprano notablemente bajas mientras que sus causas parecen ser cada vez más variadas.
Un nuevo estudio, publicado en The New England Journal of Medicine, expone que el uso de métodos anticonceptivos, específicamente los hormonales, podría estar relacionado a un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. Liderada por la Universidad de Copenhague, la investigación le dio seguimiento a 1.8 millones de mujeres en Dinamarca durante 11 años.
La conclusión principal fue que el riesgo de desarrollar cáncer de mama era hasta 38 por ciento mayor comparado con mujeres que nunca usaron anticonceptivos hormonales. Sin embargo, el peligro es proporcional al tiempo de uso, con un incremento de solo nueve por ciento después de 12 meses que crece hasta el máximo punto observado después de 10 años.
Más preocupante fue que las mujeres que utilizaron estos anticonceptivos por más de cinco años parecían desarrollar un riesgo persistente que no disminuía sino hasta pasado un lustro de suspender el tratamiento. Para quienes consumieron métodos hormonales por periodos más cortos, el peligro de cáncer de mama disminuía poco después de suspender las terapias.
A pesar de este peligro, David Hunter, profesor del departamento de Salud Poblacional Nuffield en Reino Unido, comentó en una editorial que esta persistencia en el riesgo podría adjudicarse a la edad de las participantes, que también es una condición que predispone al cáncer de mama.
Hunter también señaló que los anticonceptivos hormonales, además de incrementar el riesgo de cáncer de mama, reducen el peligro de desarrollar tumores ováricos, endometriales o colorrectales. Como el factor de protección en estos casos se extiende por hasta 10 años y para el de seno todo parece indicar que el efecto negativo se disipa rápido, sugirió que estos métodos de prevención del embarazo son más beneficiosos que dañinos a largo plazo.