Con casi 80 millones de derechohabientes en todo el país, no hay duda que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es el más importante y de mayor impacto para la salud en nuestro país; sin embargo, a pesar de que durante la actual administración se hicieron importantes transformaciones como lograr un superávit en sus ejercicios anuales por primera vez en varias décadas, no todo luce prometedor de cada al futuro.
En primer lugar, gracias a los ahorros logrados por las compras consolidadas de medicamentos y la digitalización de servicios, Tuffic Miguel Ortega, director general del IMSS, aseguró que está garantizada la salud financiera del instituto hasta el 2030.
El IMSS amplía su salud financiera hasta el año 2030, 16 años más de lo estimado al inicio de la presente administración, como resultado de los mayores ingresos por el crecimiento del empleo y una estricta disciplina financiera, con lo que estima lograr un superávit por arriba de los 21 mil millones de pesos al concluir este gobierno.
La cara oculta del IMSS
Pera detrás de lo declarado se esconde otra realidad para el IMSS porque durante el presente sexenio también se registró una disminución en el número de médicos y enfermeras que brindan atención a los derechohabientes.
Lo anterior ha sucedido porque durante los últimos años no ha sido equitativo el número de personas que se afilian al IMSS con la construcción de nuevos hospitales y clínicas. De esta manera, las unidades de salud cada vez lucen más saturadas y el personal médico sufre de jornadas más desgastantes, además de que sitios como zonas rurales continúan sin atención sanitaria, lo que provoca que se dude sobre los logros reales del instituto.