Desde hace poco más de dos años se vive una de las emergencias sanitarias más grandes de la era moderna. Con base en la Organización Mundial de la Salud (OMS) se han identificado 326 millones de casos y la cifra aumenta todos los días. La mayoría de todas las personas se han recuperado gracias a una oportuna atención médica. Pero algo en lo que se debe poner atención es que la Covid-19 genera diversas afectaciones en pacientes y el resto de la población mundial. El daño más reciente que se ha identificado es la visión de túnel y a continuación te vamos a explicar en qué consiste.
En especial durante las últimas semanas el tema que ha captado la atención es la Variante Ómicron y su rápido avance por el mundo. El hecho de que sea tan contagiosa como el sarampión ha provocado que las personas se sientan más nerviosas e inseguras. Ante esto, la profesora de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, Melisa Chávez Guerrero, asegura que es una reacción normal y comprensible porque frente a cualquier situación extraña o de amenaza a nuestra salud es inevitable experimentarla.
Agrega que la Covid-19 impacta en el bienestar físico y emocional, como demuestra el aumento notable de padecimientos relacionados con la ansiedad y depresión registrados de 2020 a la fecha. Mientras que gran parte se debe a una gestión inadecuada de nuestros temores, precisó.
Ante la información en cuanto al número de contagios y fallecimientos, la especialista universitaria recomendó mesura ante el alud de datos y mantener la calma en todo lugar, lo cual podría coadyuvar a disminuir el impacto de Ómicron en la salud mental.
“El riesgo es que nuestra atención se focalice sólo en la pandemia y en la amenaza que nos representa. Si nos colocamos en ese escenario es muy probable que sucumbamos al miedo y soslayemos el entorno. Ese fenómeno es conocido como ‘visión de túnel’, e implica una tendencia a ver sólo lo que tenemos enfrente y volvernos ciegos a lo demás”.
¿En qué consiste?
En ese sentido, este fenómeno suele afectar la capacidad para percibir los estímulos de nuestro entorno. Por lo regular aparece en situaciones de mucho estrés porque en estos casos prestamos atención de forma exclusiva a aquello que se relaciona con la amenaza que percibimos y olvidamos todo lo demás.
Precisamente es lo que ocurre en la actualidad tanto en las personas que se han infectado como en el resto. Por eso, la académica sugiere “darnos un respiro” y realizar otras actividades como ver en televisión algo que nos relaje, armar rompecabezas, convivir con la familia y retomar hábitos que la pandemia nos hizo olvidar, por ejemplo reír.
“Eso no implica que subestimemos la severidad de la Covid-19 o que consideremos que, porque nos dijeron que Ómicron es más leve, dejemos de preocuparnos. Es preciso seguir en esta ruta de cuidarnos e incluye atender tanto lo físico como lo mental”.
En tanto, para la profesora de la Facultad de Medicina, Rocío Tirado Mendoza, la presencia súbita de una nueva variante que en semanas desplazó a Delta del ámbito epidemiológico, nos cambió las reglas del juego.
“La aparición de Ómicron fue intempestiva y de ahí que resulte tan desconcertante. ¿En qué sentido?, en que empezó a distribuirse muy rápido y en tiempos mucho más cortos. Eso ha provocado que en unos cuantos días tengamos conocimiento de personas conocidas infectadas o bajo sospecha de tener Covid-19, lo cual nos genera una sensación de círculo que se estrecha”.
Destacó que la situación actual genera demasiado estrés en la población y se incrementa con la aparición a diario de fake news sobre el Coronavirus; recibir información confusa incrementa nuestros temores.
Rocío Tirado sugirió no tomar por cierto todo lo que nos llegue sin antes contrastarlo con lo que dicen los expertos, ni siquiera aquellas publicaciones compartidas vía redes o WhatsApp por nuestros familiares o amigos de más confianza. “La ciencia nos dice que los virus de ARN tienden a mutar y de seguro aparecerán más variantes, es lo esperable, pero asegurar que circula por ahí un nuevo virus con lo peor de Delta y la alta transmisibilidad de Ómicron, no sólo genera miedo, también desinforma”.