En México, la violencia obstétrica no es reconocida como tal, en parte porque muchas mujeres piensan que ser tratadas de esa manera es normal. Así lo dio a conocer la secretaria de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Araceli Madrigal Sánchez.
Señaló que en 2015, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) registró 122 casos de quejas por malos tratos y negligencia médica.
Para hacer conciencia sobre este tema, la diputada perredista presentó la obra de teatro “Pesadilla”, en las instalaciones de San Lázaro. “La finalidad de esta obra es hacer un llamado para que todos sepan que la violencia obstétrica existe y que afecta a muchas mujeres mexicanas”.
Destacó que la estadística de la CNDH no es un punto de referencia real, puesto que muchos casos de violencia obstétrica no son denunciados ante la Conamed, pues lamentablemente no son reconocidos como tal.
Las secuelas físicas y mentales en las mujeres que son objeto de este problema son irreversibles, pero lo peor, es que muchas de ellas no lo denuncian porque suponen que así es y por la emoción de haber tenido a su bebé”, dijo Madrigal Sánchez.
Destacó que la Conamed presentó mil 353 quejas en materia obstétrica del 2000 al 2009. Señaló que pese a existir este problema en México, la legislación sobre violencia obstétrica aún se encuentra en un estado incipiente debido a que sólo en 13 estados del país existen leyes al respecto.
Finalmente, de acuerdo al estudio “Retos de la Mortalidad Materna en México”, realizado por la Sociedad Mexicana de Salud Pública, indica que de 2,1 millones de embarazos que se presentan en México al año, entre 250 y 300 mil presentan complicaciones, lo que ocasiona que 10 por ciento de las mujeres queden con secuelas obstétricas y se conviertan en discapacitadas.