Autoridades y representantes de una organización defensora de los Derechos Humanos en Asia denunció presuntas violaciones a estos preceptos reconocidos en los tratados internacionales. Según se detalla, las citadas violaciones se encuentran asociadas con largos procesos de detención y abusos que sufren los inmigrantes irregulares en Japón; situación que, incluso, tiene un impacto negativo que repercute en la salud de estos grupos.
La política de “mano dura”, como lo han llamado muchos especialistas en Japón, no es más que una expresión adicional relacionada con la falta de sensibilidad, empatía y respeto que debe de existir hacia la población inmigrante en un país.
Todo lo contrario, en esta región del mundo se concentra una violación sistemática por parte de las autoridades del país nipón, donde se vulneran condiciones mínimas de seguridad, salud pública y pleno respeto a los derechos que todos los seres humanos tenemos por el siemple hecho de haber nacido.
Con esto en mente, el director de la Asociación para la Liberación Provisional, Mitsuru Miyasako, informó en una rueda de prensa celebrada en la ciudad de Tokio, que dichas condiciones están afectado sobremanera la salud física y mental de los inmigrantes en Japón, que representan el 2 por ciento de la población en ese país.
Japón cuenta con una restrictiva política migratoria tanto en materia de entrada como para renovar los permisos de residencia, lo que deriva en que muchas personas ‘quedan atrapadas en un limbo legal’ en el cual son recluidos en centros de detención durante años, liberados y detenidos nuevamente sin poder regresar a sus países.
La evaluación realizada por el personal médico de la asociación dejó ver rasgos de tortura, diferentes trastornos a nivel mental y deficiencias en el organismo ocasionadas por una mala alimentación y la falta de un tratamiento específico para remediar algunas enfermedades que derivan en complicaciones clínicas.
Imagen: Bigstock