Como bien sabes muchos estudios han dado a conocer las consecuencias negativas que los videojuegos tienen en la salud de tus pacientes; incluso este tipo de distractores han sido considerados uno de los principales culpables del incremento de la obesidad a nivel mundial, además de poder llegar al grado de convertirse en adicción. Incluso recientemente la Organización Mundial de la Salud, señaló que a partir de junio esa dependencia será tratada como enfermedad mental.
Pese a todo lo anterior, una investigación titulada “Videojuegos, investigación y producción”, realizada en la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) reveló que algunos videojuegos pueden contribuir a prevenir los síntomas de la diabetes mellitus tipo 2 , así como padecimientos provocados por un accidente o la vejez.
La investigación también reveló que resultan útiles en los procesos enseñanza-aprendizaje y funcionan como herramienta en tratamientos médicos, ya que pueden ser usados en cualquier espacio físico para hacer ejercicio ayudando a reaccionar ante una situación de temor o ansiedad.
Asimismo el investigador Martín Gutiérrez, afirmó que si bien a últimas fechas muchas campañas se han dedicado a desestimarlos, sus consecuencias positivas son mayores porque se transforman en salud, educación, arte y cultura.
Esta comprobado que el uso ineractivo de videojuegos 3D como el kinect pueden mejorar la atención y aumentar el tamaño y el desempeño de partes del cerebro responsables de las habilidades visoespaciales, en específico el hipocampo derecho.
Por otra parte otro estudio publicado por el Departamento de Pediatría de la Clínica Universidad de Navarra además de afirmar que jugar hace bien a la salud, enumeró las 3 ventajas principales que produce en el cuerpo de tus pacientes más pequeños:
- Refuerzo social. El intercambio de los juegos puede favorecer el contacto social y la participación en actividades comunes. En este sentido, los videojuegos en equipo es otra forma de mantener o propiciar el contacto entre amigos.
- Esfuerzo. Intentar conseguir los objetivos del juego potencia el esfuerzo y en el caso de perder, ayuda a tolerar el fracaso. También potencia la capacidad de tomar de decisiones y la conciencia de la importancia de poner empeño.
- Memoria y habilidades. Se favorece la coordinación visual y manual, y la adquisición de habilidades manuales. Se estimula la memoria y la capacidad para retener conceptos numéricos e identificación de colores.
Hace poco se hizo viral en redes la historia Manolo Díaz y Alberto Colín, dos mexicanos que conquistaron el mercado de los juegos gracias EdTech, las startups de tecnología educativa que crearon, las cuales disponibles en seis idiomas (inglés, portugués, chino, español, japonés y coreano) y que tienen como objetivo único que los niños aprendan de manera divertida.
Nuestras apps cuentan con contenido educativo en ocho materias: matemáticas, ciencias, geografía, lenguaje, programación, medio ambiente, salud y creatividad.
Los mini-juegos y apps que han desarrollado están certificados por el Yale’s Play2 Prevent Lab, el laboratorio de la Universidad de Yale que se enfoca en el uso de los juegos y videojuegos para fines de promoción de la educación y la salud, además de la reducción de riesgos y el bienestar social. Esta institución avala los programas en los que se basan sus juegos móviles y también certifica la calidad educativa del social and emocional learning (aprendizaje social y emocional) en temas como autoestima y finanzas para niños.