Un reportaje de Noticias al Día muestra que en el centro comercial Las Pulgas, en Maracaibo (capital de Zulia), el comercio ilícito de medicinas ha crecido, pues “no es un problema nuevo, sólo que ahora se ven más puestos que antes y más clientes también debido a los problemas que hay en el país para obtener remedios. Aunque más tardan en quitárselas que en ellos volverse a colocar”.
Si bien la Cámara Venezolana de Medicamentos (Caveme) ha alertado públicamente sobre cómo opera la industria ilegal de medicinas para poder entrar al país y satisfacer las necesidades de los pacientes ante la escasez de estos productos, la problemática sigue creciendo de la mano de grupos organizados y particulares que ofrecen sin ningún remilgo ni impedimento tanto antibióticos como psicotrópicas regulados, entre otros fármacos.
Aunque opciones como la de Las Pulgas podrían apreciarse como un alivio para la población en medio de la escasez de fármacos, los expertos han advertido que la falta de orientación médica para el uso de los productos puede derivar en complicaciones de enfermedades e incluso adicciones.
Mientras el déficit de medicinas sigue presente en Venezuela, crece el uso de fármacos caducos, sin registro de importación, falsificados o adulterados.