La situación se encuentra en un momento bastante delicado en gran parte del mundo. Los avances conseguidos contra la Covid-19 han sido mínimos y en algunas naciones ya has indicios de repunte. El inicio de la aplicación de la vacuna fue un aspecto favorable pero ha resultado insuficiente. El mayor inconveniente es el ritmo que no ha sido el esperado e inclusive persisten más de un centenar de naciones que todavía no cuentan con dosis. Mientras tanto el tiempo avanza.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que van 2.9 millones de personas fallecidas. La cifra se mantiene en crecimiento constante e inclusive se ha señalado que la pandemia se mantendrá activa durante lo que resta de este 2021.
Médicos han sido de las profesiones más afectadas
Ahora bien, como desde un inicio quedó claro, existe algunos rubros y sectores de la población que enfrentan un mayor riesgo. Los adultos mayores y las personas con problemas cardiovasculares son algunos de ellos. Mientras que otro que también tiene un alto riesgo de contagio y mortalidad es el conformado por los trabajadores de la salud.
En el caso de médicos, enfermeras y demás elementos su propia actividad los expone a la Covid-19. La atención a los pacientes se ha convertido en una actividad de alto riesgo. La muestra más grande se puede apreciar con los daños que ya ha causado la pandemia.
Como lo reporta Amnistía Internacional, hasta este momento ya son poco más de 17 mil los integrantes del gremio de la salud los que han fallecido por Covid-19 en todo el mundo. Lo más lamentable es que muchos de ellos se infectaron dentro de sus propios espacios de trabajo al realizar sus labores.
¿Qué ocurre en México?
Ahora bien, de acuerdo con el reporte nacional más reciente publicado a mediados de marzo, eran tres mil 471 los trabajadores de la salud fallecidos por Covid-19 en México. Con esto se puede obtener que alrededor de una sexta parte del total de víctimas mortales del mundo corresponde a nuestro país.
Por su parte, se debe añadir que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) coloca a México como el país del continente en donde han ocurrido más muertes en el gremio. Se trata de una honrosa distinción que nunca debió de ocurrir.
Acerca de este lamentable fenómeno hay varias explicaciones. En primera instancia al inicio de la pandemia fueron constantes las denuncias por la entrega de Equipos Personales de Protección (EPP) defectuosos o simplemente jamás se proporcionaron en los hospitales.
Por otra parte, muchos de los médicos suelen trabajar en dos instituciones para poder tener mayores ingresos porque los salarios en el país son muy bajos. Eso aumenta las probabilidades de contagio en cualquiera de sus espacios laborales.
Al final, lo más preocupante es que la cifra de vidas perdidas dentro del campo de la salud en México se mantiene en constante aumento.