Aunque al inicio puede parecer una broma o algo gracioso, la realidad es que las personas con obesidad, además del estigma social que viven y la propensión a desarrollar diversas enfermedades, también presentan complicaciones al momento de recibir beneficios de ciertas vacunas, como la aplicada contra la gripe.
De acuerdo con un estudio realizado a mil 22 adultos por investigadores de la Universidad de Carolina del Norte (NCU), se analizó a quienes habían recibido la vacuna de la gripe estacional trivalente del 2013 al 2015. Posteriormente se revisó si alguno de ellos se había enfermado a pesar de haber recibido las vacunas y los resultados mostraron que, en el caso de los pacientes con obesidad, el 9.8 por ciento sí lo hicieron, mientras que sólo el 5.1 por ciento de las personas sin exceso de peso lo hicieron.
Por su parte, Melinda Beck, investigadora de la NCU que encabezó el trabajo, explicó el motivo de lo anterior, aunque aclaró que todavía hacen falta más estudios para poder ofrecer una respuesta definitiva.
Los adultos obesos vacunados eran dos veces más propensos a sufrir una gripe o enfermedad similar en comparación con quienes tenían un peso estable. Por nuestra parte, creemos que se debe a que las células T, que son claves para la recuperación del cuerpo en caso de una gripe, no funcionan correctamente en las personas obesas por la acumulación de grasa.
En ese mismo sentido, los investigadores concluyeron que se debe evaluar la cantidad de las dosis que se aplican en vacunas contra la gripe en la actualidad, pues en el caso de los pacientes con obesidad tal vez se deba incrementar la cantidad para ofrecer una mayor efectividad.