Los procesos de manufactura aditiva, conocidos más popularmente por el término de impresión 3D, prometen revolucionar la forma como se concibe la producción. Como una tecnología de la llamada Cuarta Revolución Industrial, múltiples expertos en innovación y economía han estimado que su uso generalizado tenga significativas consecuencias en todas las industrias. Para el sector médico ya se ha empezado a utilizar para construir múltiples dispositivos, entre ellos un ojo biónico.
Este aparato, todavía en etapa de prototipo, fue creado por un grupo de investigadores miembros de la Universidad de Minnesota. De acuerdo con Michael McAlpine, coautor del estudio publicado en la revista Advanced Materials, afirmó que este ojo biónico fabricado mediante impresión 3D podría ser la puerta de entrada para una nueva generación de prótesis tecnológicas.
Aún queda un largo camino antes que podamos imprimir elementos electrónicos de forma confiable, pero nuestros semiconductores construidos a través de manufactura aditiva están empezando a mostrar cómo podríamos competir con los dispositivos creados en instalaciones de microfabricación. Además, mientras nosotros podemos fácilmente generar un aparato sobre una superficie redonda, ellos son incapaces.
Se afirma en el documento de investigación que este ojo biónico es el primer conjunto de receptores de luz construido sobre una superficie hemisférica con impresión 3D. Con una máquina de manufactura aditiva especializada, el equipo vertió una base de partículas de plata, sobre la que usaron materiales polímeros semiconductores para construir fotodiodos capaces de transformar la luz en electricidad. Todo este proceso toma alrededor de una hora.
McAlpine y su equipo de trabajo han ganado notoriedad a escala internacional por combinar impresión 3D, electrónica y biología en una sola plataforma. Previo al ojo biónico, crearon una oreja biónica, otros órganos artificiales para la práctica quirúrgica, tejidos sintéticos que podrían utilizarse como piel y células para ayudar a personas con lesiones espinales a recuperar parte de su movilidad.
El proceso de impresión 3D permitió al ojo biónico transformar la luz en electricidad con un 25 por ciento de eficiencia. El equipo de McAlpine trabajará en el futuro para mejorar este ratio de conversión, así como transformar la estructura del dispositivo para que pueda, en un futuro, ser colocado en un ojo real.