La memoria, y en general el funcionamiento del cerebro, es aún un misterio en varios aspectos. Ya estudios anteriores han hecho grandes hallazgos sobre cómo funcionan los procesos cognitivos. En especial los recuerdos parecen ser susceptibles a varios efectos, como qué tanto se utilicen. También estarían influenciados, en mujeres, por el funcionamiento del útero.
Dichos hallazgos fueron realizados por la Universidad Estatal de Arizona. Heather Bimonte-Nelson, autora líder del estudio, dijo que el útero no sería tan inactivo como se piensa. Se creía que, en la ausencia de un embarazo, el órgano permanece en “suspensión”. Sin embargo, en un modelo animal, se reveló que tiene un papel notable en los procesos cognitivos. Los resultados aparecen en la revista Endocrinology.
Hay algunas investigaciones sobre mujeres que se sometieron a una histerectomía. Estas pacientes, cuando conservaban sus ovarios, tenían un mayor riesgo de desarrollar demencia. En particular, cuando se les operaba antes de la menopausia natural. Estos hallazgos son sorprendentes. En nuestro estudio, queríamos ver a detalle el rol del útero. Saber si podría afectar la función cerebral y cómo lo hacía.
Útero-cerebro, un canal de comunicación poco explorado
Bimonte-Nelson asegura que el útero y el cerebro están en comunicación como parte del sistema nervioso automático. Su equipo de trabajo quería determinar si esta interacción iba más allá de lo obvio. Para eso, utilizaron un modelo animal. Se utilizaron cuatro grupos de ratas. A uno, se le extirpó el útero. A un segundo, los ovarios. Al tercero, ambos. El cuarto fue de control.
Después de seis semanas de la intervención, se les enseñó a las ratas a resolver un laberinto. Posteriormente, se modificaron elementos del terreno, para evaluar su capacidad de adaptación. A los animales que perdieron el útero, les costó mucho más navegar el lugar. En ningún otro grupo se registró un cambio tan significativo. Los investigadores creen que este efecto se debe a una alteración en algún mecanismo cognitivo.
Al analizar los perfiles hormonales de cada animal, los investigadores encontraron la posible clave. Las ratas que perdieron el útero tenían características muy distintas al resto de los grupos. Los investigadores todavía no saben cómo estas diferencias afectan el cerebro. Igualmente, desconocen si este efecto tiene consecuencias a largo plazo o es algo pasajero.