Los médicos tienen una fuerte responsabilidad sobre sí porque deben cuidar la salud de sus pacientes. Para ejercer la profesión deben cumplir con una extensa formación aunque al final se trata de personas. Por lo tanto, siempre existe el riesgo de cometer errores. De cualquier forma, algo que debes cuidar es evitar el uso indebido de antibióticos porque las consecuencias pueden ser bastante graves.
¿Qué son los antibióticos?
Lo primero es empezar por la parte básica. Este tipo de medicamentos se caracterizan porque están diseñados para combatir las infecciones causadas por bacterias en los seres humanos y en los animales. El punto más importante es que no funcionan contra las que son causadas por virus.
Consecuencias por el uso indebido de antibióticos
A pesar de su alta eficacia, este tipo de medicamentos no siempre son utilizados de una manera adecuada. El mayor problema ocurre cuando se ingieren para cualquier molestia, lo que ha derivado en la actual farmacorresistencia.
En la actualidad los patógenos cada vez son más resistentes, lo que ha provocado que se necesiten dosis más elevadas. Incluso hay algunos medicamentos que ya no funcionan como lo hacían hace algunas décadas.
Con esto en mente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que para el año 2050 la resistencia antimicrobiana será la primera causa de mortalidad en el planeta. En caso de que se cumplan los pronósticos, en el futuro cualquier infección será mortal porque los medicamentos ya no serán de utilidad como alternativas de curación.
Decálogo del uso indebido de antibióticos
Dicho todo lo anterior, el trabajo dentro de los consultorios es de gran relevancia. Se debe identificar con precisión la causa de la molestia del paciente para prescribir los fármacos correctos y no caer en la polifarmacia.
Por su parte, la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED) tiene un decálogo con todos los puntos sobre el uso indebido de antibióticos que todos los profesionales de la salud deben evitar.
- No uses antibióticos cuando no se haya diagnosticado una infección.
- No uses antibióticos cuando la infección se haya curado.
- No uses antibióticos cuando los cultivos sean negativos y la infección sea poco probable.
- No uses antibióticos de amplio espectro si no están justificados.
- No prescribas antibióticos “nuevos” o “de moda” si no has agotado otras opciones más accesibles de eficacia y seguridad probadas.
- No combines antibióticos por “rutina del servicio”. Siempre ajusta según las necesidades de cada paciente y los espectros terapéuticos que requiera.
- No des por sentado que el paciente comprende cómo va a usar el medicamento. Debes explicar el tratamiento cada ocasión como si fuera la primera vez.
- No cambies el antibiótico si el anterior fue iniciado hace menos de 72 horas.
- Nunca debes dejarte presionar por el paciente porque tú tienes la decisión final.
- Siempre debes de prever posibles efectos secundarios y alergias en el paciente.
Recuerda que tu trabajo dentro del consultorio siempre debe estar basado en el respeto pero también debes demostrar tu preparación profesional. La correcta prescripción de medicamentos no sólo ayuda a lograr recuperaciones totales sino que también es la base para formar relaciones a largo plazo con los pacientes.
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