Desde el comienzo de la pandemia se alertó que uno de los principales síntomas de la Covid-19 es la fiebre. Desde entonces medir la temperatura se ha convertido en una práctica común. Por lo mismo, uno de los objetos que mayor aumento en ventas tuvo durante el 2020 fue el termómetro infrarrojo. Gracias a que ofrece resultados al instante ahora es empleado a la entrada de todo tipo de comercios y centros comerciales.
En ese sentido, personal del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) presentó su nuevo invento de cara al regreso a las clases presenciales en todo el territorio nacional.
Se trata de un termómetro infrarrojo que se distingue porque indica de forma sencilla, mediante emojis o íconos gráficos, la temperatura de las personas.
Los académicos Hesiquio Vargas Hernández y Francisco Javier Márquez Correo indicaron que este dispositivo es una aportación para hacer frente a la pandemia por la Covid-19, y formó parte de la convocatoria extraordinaria 2020 del Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica.
¿Cómo funciona?
Señalaron que el termómetro, del cual se manufacturaron mil piezas, realiza una lectura de radiación infrarroja que emite la piel, la cual está directamente asociada a su temperatura. En cuanto se enciende se inicia una cuantificación de la radiación electromagnética infrarroja emitida por el cuerpo humano y los resultados aparecen en pocos segundos en una pantalla digital que incluye el dispositivo.
Si la persona presenta febrícula en la pantalla del dispositivo aparecerá una carita roja para indicarlo; en cambio, si tiene una temperatura normal, que es de 37 grados, será un rostro sonriente y de color verde.
Francisco Javier Márquez relató que el propósito del proyecto fue apoyar a la comunidad universitaria con un dispositivo fácil de utilizar, es decir, que no requiera conocimiento ni capacitación previos para su manejo; como parte del proyecto se planteó quiénes podrían ser los usuarios potenciales: profesores, personal administrativo y vigilantes.
Entre las consideraciones para elaborarlo se tomó en cuenta que tuviera la menor cantidad de botones o actuadores para su funcionamiento y que la medición de la temperatura fuera lo más transparente posible.
Los académicos diseñaron totalmente el termómetro, buscaron el sensor adecuado y manufacturaron la carcasa a partir de una genérica, pues debían fabricar mil piezas.
Más sencillo de utilizar que las versiones convencionales
Márquez Correo explicó que el aparato dispone de un solo botón el cual se debe mantener presionado hasta obtener la medición. Al dejarlo de utilizar se apaga automáticamente, proceso que permite aumentar la vida útil de la batería de 9 volts. Refirió que su eficacia es alta, pues en la práctica ha funcionado en forma óptima.
Este dispositivo es semejante a cualquier termómetros infrarrojo convencional. La diferencia es que es más amigable con el usuario ya que los emojis y los colores mostrados en la pantalla ofrecen un diagnóstico rápido.
A su vez, Hesiquio Vargas subrayó que los emoticones facilitan la toma de decisión para determinar si una persona ingresa o no a un recinto universitario. No se requieren conocimientos médicos para tomar esa determinación.