El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). En México, de enero a agosto de 2020 se registraron 60 mil 421 fallecimientos por tumores malignos, ubicándose como la cuarta causa de defunción, sólo superada por las enfermedades del corazón, la COVID-19 y la diabetes mellitus, indica el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Los tipos de cáncer más comunes entre las mujeres mexicanas son: de mama, tiroides, cervicouterino, cuerpo uterino y colorrectal. Mientras que en los hombres: el de próstata, colorrectal, testicular, pulmonar y gástrico, de acuerdo con el sitio Infocáncer México.
Se necesitan más investigaciones sobre el cáncer
Al respecto, el Dr. Federico Del Río Portilla, integrante del Departamento de Química de la UNAM, señaló que a pesar de las constantes investigaciones que se realizan en todo el mundo, se requiere redoblar los esfuerzos para conseguir nuevos resultados.
Gracias a las campañas de higiene, el uso de antibióticos y analgésicos las enfermedades infecto-contagiosas en el mundo disminuyen, pero con el incremento en la expectativa de vida se volvieron relevantes padecimientos, como el cáncer, que aparecen alrededor de los 50 años.
Zentella Dehesa explicó que el estilo de vida es un factor que influye para que se pueda presentar cáncer más tempranamente. Por ejemplo, se ha visto que el sobrepeso, la obesidad, el síndrome metabólico y la diabetes son elementos condicionantes para la aparición del cáncer de mama.
También la mayor exposición a las hormonas femeninas debido a la menstruación a edades cada vez más tempranas -entre los ocho y 10 años de edad-, mayor uso de anticonceptivos basados en estrógenos y el consumo de estas hormonas para disminuir los malestares asociados a la menopausia.
Por su parte, en los últimos 20 años se han creado en México grupos de especialistas que trabajan con autoridades de salud para emitir recomendaciones y atender el problema. Muestra de ello es la Norma Mexicana para la Prevención y Tratamiento del Cáncer de Mama que está en su tercera revisión.
Nuevo descubrimiento de la UNAM
Ahora bien, Del Río Portilla y la estudiante del Instituto de Química, Marlen Mayorga, solicitaron una patente por haber logrado una contribución novedosa: modificar una toxina producida con veneno de alacrán rojo de la India, llamada tamapina, que es capaz de inhibir la metástasis; es decir, la migración a otros órganos de algunos tipos de células cancerígenas.
Explica que las células tienen “poros” llamados canales iónicos por donde se “alimentan” y entran sales, como los iones de sodio, potasio o calcio, azúcar y otros nutrientes. Al bloquear un tipo de estos canales con la toxina, se evita la movilidad de las células cancerosas.
Investigadores de la Universidad de Tours, Francia, colaboraron con los universitarios. El equipo experimentó con el tóxico y observaron que se puede bloquear el canal SK3 que se encuentra en células de cáncer de mama, piel y cerebro, principalmente.
Estos hallazgos fueron publicados en julio de 2020 en la revista Medicinal Chemistry Letters de la American Chemical Society.
El académico de la UNAM indicó que hay diversos grupos científicos que evalúan el uso de toxinas de alacrán, por ejemplo científicos coreanos estudian la tamapina para atender problemas de déficit de atención.