La campaña de vacunación ha tomado un nuevo rumbo en nuestro país. Los cargamentos no han dejado de llegar durante las últimas semanas y eso ha permitido una disminución considerable en el número de contagios y decesos por día. Hasta este momento se contabilizan más de siete millones de dosis aplicadas y se garantiza que el ritmo se mantendrá durante lo que resta del año. Además también hubo un cambio de estrategia al comenzar la inmunización en las grandes ciudades que son las que cuentan con más habitantes.
A partir de lo anterior es que durante las últimas seis semanas se han registrado menos casos en las 32 entidades del país. Mientras que ahora la quinta parte de las camas de hospitales designadas para la atención de pacientes Covid-19 están ocupadas. Eso muestra un avance notorio pero al mismo tiempo podría ser un espejismo.
Al respecto es necesario observar la situación actual en Europa y Estados Unidos donde ya se registran rebrotes. El principal motivo es que hubo una relajación en las medidas de prevención y eso propició una nueva ola de contagios. Por lo tanto se sospecha que en México podría ocurrir lo mismo.
La fecha en que habría un retroceso
Por su parte, Mauricio Rodríguez, vocero de la Comisión para la Atención de la Emergencia de Covid-19 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), declaró que es altamente probable que eso ocurra. Inclusive mencionó la fecha en la que comenzaría el repunte de casos. En sus palabras sería la última semana de abril cuando se presentaría esta situación.
En este caso el principal motivo es que gran parte de la población nacional ha abandonado el confinamiento para salir de vacaciones por los días de descanso de Semana Santa. Los aeropuertos ahora presenten su mayor movilidad en el último años y las playas han comenzado a registran un fuerte aforo de visitantes.
Repetir los errores del pasado
Con esto en mente, se prevé que ocurra lo mismo que con las reuniones familiares de Navidad y Año Nuevo. En parte fueron las culpables del rebrote que vivió México en enero y provocó que se llegara a una ocupación hospitalaria superior al 90 por ciento. Además todas las entidades regresaron al color rojo del semáforo epidemiológico.
De esta forma, es cuestión de esperar entre dos y tres semanas para que se vean las consecuencias de las imprudencias actuales. Mientras que todas las personas que hoy salieron de vacaciones o planean hacerlo serían focos de contagios a su regreso.