Para hacer frente a la actual emergencia sanitaria, una de las máximas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es hacer pruebas. Mientras más pronto se identifique la enfermedad en las personas es mejor porque se debe comenzar de inmediato con el aislamiento. De lo contrario los contagios se van a mantener en ascenso. Ante este panorama, especialistas mexicanos diseñaron un biosensor que detecta la Covid-19 y lo mejor es su bajo costo.
Para llegar a zonas donde no hay recursos ni laboratorios médicos que ayuden a detectar los contagios por la Covid-19, un grupo de 30 científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) decidió explorar otras formas de lograrlo.
Se trata de egresados de las carreras de Física, Matemáticas, Biología y Química, quienes unieron sus conocimientos para desarrollar un biosensor que permite detectar la Covid-19, por medio de pruebas PCR, de una manera más económica, pero igual de precisa que cualquier prueba similar.
Este grupo de científicos es liderado por la doctora en Ciencias Tatiana Fiordelisio Coll, académica de la Facultad de Ciencias (FC) y responsable del Laboratorio Nacional de Soluciones Biomiméticas para Diagnóstico y Terapia (LANSBIODyT) de dicha entidad académica.
Dentro de este laboratorio se trabajaba desde hace seis años en la detección de hormonas como insulina y glucosa, proyecto con el cual se buscaba detectar con anticipación aquellas que producen enfermedades endocrino- metabólicas, como ovario poliquístico y problemas tiroideos para poder tratarlas.
Con esa investigación, los universitarios lograron la patente internacional de su método de detección, pero la pandemia llegó en 2020. Sin embargo, esto no impidió que continuaran; se valieron de lo avanzado de su investigación para utilizarlo en la coyuntura de salud mundial.
“Estábamos muy adelantados en estos sensores, ya tenemos experiencia y esto va a ser muy fuerte para el país. Estamos muy conscientes que la nación tiene pocos recursos y decidimos adaptar nuestro sensor para detectar el virus del SARS-CoV-2”, explicó Tatiana Fiordelisio.
¿Cómo funciona el biosensor que detecta la Covid-19?
Las pruebas iniciaron en febrero, poco después de la declaración de la pandemia en el mundo comenzaron a trabajar con el Instituto Nacional de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE), que les otorgó muestras para ser estudiadas y obtener los resultados. Probaron cada paso del sensor para optimizarlo, que fuera de bajo costo y fácil de usar. Se dieron a la tarea de poner a disposición de la comunidad universitaria y de la sociedad en general pruebas para detectar el virus; “tener acceso a un laboratorio clínico es difícil y costoso, nuestro objetivo es llegar hasta los pueblos donde ahorita no se están haciendo PCR y no se están tomando muestras”, aseguró Fiordelisio Coll.
La colaboración con el InDRE permitió que el proyecto de Fiordelisio y su equipo obtuviera la validación de la investigación y el desarrollo de concepto, esto es, la confirmación de que la prueba realizada por los científicos universitarios tiene cien por ciento de sensibilidad y 98 por ciento de especificidad. “Esto se refiere a cuántos positivos sí dices bien que son positivos o a cuántos negativos sí dices bien que son negativos”, explicó la académica.
Crean biosensor para detectar la Covid-19. #Contraportada @Gaceta_UNAM > https://t.co/nyyPvborGn#VacúnateYPonte😷 pic.twitter.com/3teXA3Dui4
— Sala de Prensa UNAM (@SalaPrensaUNAM) February 3, 2022
No obstante, la validación técnica está empantanada con el InDRE desde enero de 2021 derivado de que no cuenta con el equipo necesario, un lector de fluorescencia. Pero no se quedaron con los brazos cruzados y obtuvieron la certificación ISO 9001 para poder hacer pruebas PCR, desde la toma de muestra hasta la emisión del resultado.
Pruebas diarias que se pueden realizar
De acuerdo con Tatiana Fiordelisio, hasta el momento han realizado poco más de 19 mil 200 pruebas; diariamente se hacen 500. Sin embargo, esta cifra se ampliará a 800, las cuales tienen un costo de 500 pesos para la comunidad universitaria y 700 para el público en general; los resultados se entregan en el mismo día.
Diariamente los químicos del equipo trabajan de 9:30 a 15 horas en la toma de muestras para luego continuar con el proceso de PCR que se prolonga hasta pasadas las 12 de la noche. Con ayuda de físicos, biólogos, médicos y matemáticos “revisamos las gráficas y que todo esté bien, porque otro problema que hemos visto en este tiempo es que muchas veces al automatizar esta técnica surgen falsos positivos y falsos negativos y no queremos angustiar a la gente”, comentó la investigadora.
Cabe mencionar que con el resultado obtenido en las pruebas que realiza este equipo no sólo permite al paciente saber si es positivo o negativo, sino además informa sobre el valor del umbral del ciclo, esto es, la cantidad de virus que alberga la persona infectada, ya sea alta, media o baja y que muy pocos laboratorios lo incluyen.
“Nosotros pensamos que es importante que la gente tenga información, no únicamente que se entreguen positivos y negativos; nuestro diagnóstico tiene una pequeña explicación para que la gente sepa, creemos que es relevante como científicos transmitir el conocimiento de forma que las personas puedan tomar decisiones adecuadas”.
Aunque este trabajo diagnóstico lo realizan desde hace dos años, la experta asegura que seguirán haciendo las pruebas hasta que sea necesario, ya que “la gente necesita saber, no únicamente intuir qué tiene”.