Mientras que en la actualidad existen 47 millones de personas con demencia a nivel global, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que para el año 2030 la cifra aumentará a 75 millones de personas afectadas y para el 2050 se teme que existan hasta 135 millones de personas que padezcan de este trastorno, particularmente por el incremento en la esperanza de vida.
De esta manera, equipos de distintas partes del mundo se han propuesto desarrollar tratamientos que le permitan al paciente tener una mejor calidad de vida, siendo uno de los más novedosos el diseñado por especialistas del Instituto Fraunhofer (IF), ubicado en Alemania, que consiste en una pulsera que detecta los cambios del paciente para poder llevar un monitoreo en tiempo real de su salud.
En este caso, la pulsera mide los signos vitales del paciente, los datos ambientales y la actividad física. Posteriormente, los datos se combinan con la información proporcionada por la familia y el equipo de atención médica del paciente para obtener una guía continua, la cual sirve para observar la progresión de la enfermedad y atender al paciente de inmediato en caso de mostrar cambios.
Al respecto, el Dr. Erik Jung del IF y quien participó en la investigación, comentó que por medio de esta innovación se busca acompañar al paciente durante el tiempo en que el personal de salud no puede estar a su lado.
El objetivo es acompañar discretamente a los pacientes a lo largo de los años, desde el primer diagnóstico provisional hasta el tratamiento clínico, poner al día la información al alcance de la mano, aumentar la autonomía del paciente, así como brindarles la oportunidad de permanecer en su entorno familiar durante el mayor tiempo posible.
Por otra parte, dentro de los proyectos emprendidos por la OMS se encuentra el Observatorio Mundial de la Demencia, el cual busca funcionar como una plataforma internacional de vigilancia y monitoreo de este trastorno.