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Una oportunidad para mejorar la memoria: El poder de la lectura en voz alta

Potenciación de la memoria-aprendizaje, el trastorno que produce recordarlo todo y el fenómeno de la sinestesia.

Una memoria fuerte depende de la salud y la vitalidad del cerebro de cada persona. Actualmente es conocido que el ejercicio regular y el movimiento son pilares fundamentales para una buena memoria.

Ya sea que se estudie para un examen importante en la vida de estudiante, sea un profesional interesado en realizar todo lo posible para permanecer mentalmente lúcido y hasta llevar consigo un buen estilo, un ama de casa o cocinero que memoriza cientos de recetas de cocina, un adulto mayor resolviendo crucigramas o simplemente por una imperiosa necesidad de recordar algunos detalles; existen numerosas actividades que se pueden llevar a cabo para mejorar la memoria y el rendimiento mental; siendo la lectura personal en voz alta un componente sencillo y clave  a la hora de recordar algún cumulo de información.

Un estudio reciente de la Universidad de Warterloo en Ontario, Canadá, del departamento de psicología en el Centro para la Investigación de salud mental, publicado en el Journal Memory, encontró que leer algún texto en voz alta ayuda a retener las palabras mucho mejor en la memoria a largo plazo, mediante un mecanismo de acción dual entre el habla y el escucharse a uno mismo teniendo un impacto de mayor beneficio sobre la memoria denominado el Efecto de Producción, siendo el fenómeno responsable de esta mejora.

El fenómeno de efecto de producción se refiere a la ventaja que una persona posee de recordar mucho mejor lo que lee o dice en voz alta que aquella información que se lee en silencio.

El profesor y responsable del departamento de psicología co-autor del presente estudio Colin M. MacLeod y su autor principal, postdoctorado Noah Forrin comentan al respecto:

Este estudio confirma que el aprendizaje y la memoria se benefician de la participación activa. Cuando añadimos una medida activa o un elemento de producción a una palabra, esa palabra llega a ser más distinta en la memoria a largo plazo y a partir de ahí memorable.

El estudio llevo a cabo 4 métodos para el aprendizaje de información escrita incluyendo la lectura en silencio, escuchar a alguien más leer, escuchando una grabación de la propia persona y la lectura en voz alta en tiempo real. Los resultados de este tipo de pruebas con 95 participantes mostraron que el fenómeno del efecto de producción de la lectura de la información en voz alta para la propia persona dio lugar a poder recordarla de una manera mucho más eficiente.

Este es únicamente uno de los estudios representativos de una larga serie de experimentos, que tienen como base el efecto de producción y por si fuera poco se suma a la lista creciente de actividades que la gente puede llevar a cabo para incrementar o fortalecer la memoria además de las investigaciones previas que se han hecho en relación a mecanografía y la escritura de palabras en la memoria global.

Muy seguramente las implicaciones prácticas de este tipo de estudios se encuentren enfocadas en gran medida en:

  1. Los estudiantes con el objetivo de preparar algún examen, podrían llevar a cabo este método y leer así en lo posible sus lecciones en voz alta e incluso hasta darse el lujo posterior a estudiar beber una que otra copa o comer chocolate, pues mejora el rendimiento cognitivo, la memoria procedimental y el procesamiento visual representando así, una herramienta que les ayude a recordar conceptos clave, desarrollando en el joven un pensamiento crítico e independiente, desarrollo que corre el riesgo si se le sobrecarga con muchas y variadas disciplinas. Este exceso conduciría a la superficialidad.
  2. En tanto, los mayores tienen un recurso más a su alcance en conjunto con actividades como armar un rompecabezas o resolver un crucigrama involucrándose activamente y reforzando su memoria. La instalación de un entrenamiento cognoscitivo (desde la lectura de libros hasta programas estructurados de entrenamiento para la memoria en pacientes con deterioro cognitivo requiere un esfuerzo significativo por parte del paciente y sus cuidadores para llevarlo a cabo, limitando en numerosas ocasiones el uso generalizado, siendo recomendado para todo paciente con alguna queja cognitiva.

El arte, la literatura y la ciencia como distintas formas de abordar una realidad

De la misma manera, algunos otros campos no menos importantes son los problemas de aprendizaje y la otra cara de la moneda; la hipermnesia, el trastorno que produce recordarlo todo.  Existen personas que pueden recordar cada una de las cosas que han vivido alguna vez. Contrario a lo que se piensa, esto resulta a veces ser una especie de horrible maldición.

Con compleja majestuosidad, el escritor argentino Jorge Luis Borges en uno de sus más célebres libros, Ficciones (1944), en “Funes el Memorioso” describe a Irineo Funes, joven uruguayo de 19 años que sufre un accidente quedando postrado y perdiendo el conocimiento, quién al recobrarlo se potencia la habilidad de recordar todos los detalles, objetos y sucesos con una precisión, viveza y minuciosidad prodigiosa pero desesperante, capaz de cronometrar el tiempo sin siquiera ver el reloj, una memoria extraordinaria que termina abrumándolo.

Mientras se escribía esta historia justamente en el otro lado del mundo, en la misma época, un neurólogo ruso, pionero de la neuropsicología actual Alexander R. Luria se encontraba estudiando un caso real muy parecido, para algunos el primo ruso del memorioso, un reportero llamado SolomonShereshevsky, que al igual que Funes no tenía necesidad alguna de escribir para recordar, empero.

Tenía asociada a su hipermnesia una fuerte sinestesia, una condición por la que los sentidos pierden sus límites usuales y se entremezclan. De esta manera para Shereshevsky las palabras tenían colores, sabores y peso como sensación del tacto (el mismo compositor Jean Sibelius percibía los tonos como colores y en la actualidad este curioso fenómeno lo comparten Stevie Wonder, Lady Gaga y Pharrell Williams); sin embargo, representaban todo un problema para desarrollar una vida normal o para relacionarse con los demás.

Funes decía:

Más recuerdos tengo yo que los que habrán tenido todos los hombres desde que el mundo es mundo. Mi memoria es como vaciadero de basura.

En las abarrotadas mentes de Solomon la persona y de Funes el personaje no había conceptos, únicamente detalles, registros de experiencias vividas. Las bases anatomofisiológicas de la memoria, la interacción con el sistema límbico y el mismo examen clínico representan capítulos completos extensos en diversas obras en relación a los trastornos de las funciones mentales superiores.

A nivel intelectual, lo que nos recuerdan los casos de sinestesia es que la realidad es individual, según la forma en que cada uno de nosotros la interpreta, constituyendo así a la percepción, una creación de nuestros cerebros y por ello no podemos asegurar que dos personas distintas estén percibiendo lo mismo.

Tal vez no todos seamos capaces de sentir besos de colores o de saborear los nombres de las personas. Lo que sí podemos hacer es esforzarnos en mejorar nuestras estrategias de aprendizaje potenciando las conexiones cerebrales que quizá estén esperando a ser reactivadas, utilizando distintos sentidos para aprender información y recordando de mejor manera las cosas.

El ejercer cualquier función cognitiva que sea capaz de activar nuestras redes de ensamblajes de células corticales cerebrales que se representan como unidad un elemento de memoria o conocimiento las volverá más elásticas y accesibles, de ahí la idea tradicional de los ejercicios mentales.

El aprendizaje y la memoria modifican nuestra conducta de acuerdo con las experiencias. La memoria es una facultad del cerebro que permite registrar experiencias nuevas y recordar otras pasadas. Si una persona ha entrenado sus músculos y su resistencia física andando o haciendo gimnasia por ejemplo, podrá más tarde realizar cualquier trabajo físico. Lo mismo podría suceder con el adiestramiento de la inteligencia, el ejercicio de la capacidad mental y manual, desarrollando personas armoniosamente desarrolladas.

Cuida de todos tus recuerdos, por si no puedes revivirlos.

Bob Dylan

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