A pesar de la desolación que el sismo del 19 de septiembre dejó a su paso en la Ciudad de México y otras varias entidades del centro del país, este fenómeno natural también dejó grandes enseñanzas y puso a prueba el profesionalismo de varios médicos mexicanos.
Tal es el caso de un grupo de médicos del Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, quienes se encontraban realizando un trasplante de riñón a un niño que en los próximos días será dado de alta.
Gustavo Varela Fascinetto, jefe del área de Trasplantes del citado nosocomio, narró que la operación tuvo lugar el 19 de septiembre, justo a la hora en que ocurrió el temblor.
Cuando comenzó el movimiento telúrico nosotros nos encontrábamos en la fase de revascularización, la más importante del procedimiento, pues es cuando empezamos el trasplante. Este proceso lo debemos realizar en 60 minutos o menos, de lo contrario se corre el riesgo de que el órgano quede inservible.
Varela Fascinetto detalló que en la cirugía se encontraban presentes entre 10 y 15 especialistas.
A la hora que ocurrió el temblor en el hospital se estaban realizando ocho cirugías simultáneas y por fortuna todas terminaron de manera exitosa ya que el médico bajo ninguna circunstancia puede abandonar a su paciente.
El especialista informó que el Hospital Infantil de México cuenta con un centro de trasplantes multiorgánicos y es el único en México con la capacidad de realizar trasplantes de hígado, riñón y corazón, con la opción de donante cadavérico o de donante vivo a menores.
En esta institución se han realizado 800 trasplantes renales, 130 hepáticos y cerca de 30 cardiacos.