Incluso hoy en día, la gestación es un proceso del que no se saben muchas cosas. Múltiples factores influyen en la salud física y psicológica de las embarazadas y sus bebés. Por ello, algunas investigaciones todavía analizan los efectos y mecanismos de este fenómeno. Varias se enfocan en las etapas mas tempranas. Otras prefieren ver las repercusiones a largo plazo.
Un estudio parte de este último grupo fue publicado en Frontiers in Psychology. Su objetivo fue analizar cómo influía la cosmovisión de las mujeres embarazadas en el desarrollo de sus hijos. Se contrastó a pacientes con un locus de control interno (quienes creen que sus emociones y acciones determinan el curso de su vida) frente a aquellas con un locus de control externo (quienes están seguras que los acontecimientos son resultado de fuerzas fuera de su dominio).
Se descubrió que un locus de control interno en madres embarazadas, asociado con una visión más positiva de la vida, parece incrementar el talento académico de los hijos en el futuro. De acuerdo con Jean Golding, autor líder del estudio, la diferencia es más notable en ciencias y matemáticas. Además, estos niños también tienden a vivir en un entorno que fomenta la superación personal.
Es reconocido que un locus de control en los niños está muy relacionado a su éxito académico. Pero no sabíamos si la postura de sus madres cuando estaban embarazadas afectaba en algo. Gracias a este análisis, ahora podemos hacer estas asociaciones. No solo sus pensamientos influyen en el rendimiento de los hijos. La información sugiere que deberíamos redoblar esfuerzos para convencer a las mujeres que tienen el control de su vida, por su bien y el de su familia.
Ventajas para los niños de embarazadas con locus interno
Los hallazgos se basaron en el estudio Niños de los 90. Esta base de datos contenía impresiones de mil 600 mujeres embarazadas sobre su visión de la vida. Luego, se comparó esta información con el rendimiento escolar de sus hijos a los 8, 11 y 13 años. No solo el locus de control interno mejora la habilidad en matemáticas y ciencias. También da varias ventajas físicas y emocionales.
Hijos de estas mujeres embarazadas tienden a dormir, alimentarse y controlar mejor sus emociones. Esto es porque sus madres, al sentirse en control de su vida, se involucran más en el desarrollo de sus niños. Por ejemplo, preparan comidas que mejoran el desarrollo cognitivo, les leen cuentos con más frecuencia y se interesan por su progreso académico.