Entre las obligaciones de todo nosocomio se encuentra el contar con las medidas higiénicas y de prevención suficientes para garantizar la seguridad e integridad de todos sus pacientes. En este sentido, un reciente estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que incluso los hospitales más modernos del planeta presentan casos de infecciones intrahospitalarias.
En ese mismo sentido, una creencia bastante arraigada señala que mientras más pacientes registra una unidad de salud, mayor es el riesgo de desarrollar algún tipo de infección intrahospitalaria; sin embargo, esto podría no ser del todo verdad según los resultados de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Michigan (UM).
Para realizar el citado trabajo, los especialistas analizaron los datos de 558 mil 829 pacientes de 327 hospitales de California, los cuales arrojan que el riesgo de que el paciente adquiera una infección por la bacteria Clostridium difficile eran iguales si el nosocomio se encontraba a máxima capacidad o con una ocupación media, lo que muestra que el riesgo de infecciones intrahospitalarias es mucho más complejo.
Al respecto, Mashid Abir, investigador de la UM y quien encabezó el estudio, mostró sus impresiones al compartir los resultados obtenidos con el trabajo realizado.
La teoría de que las infecciones aumentan con la ocupación, porque el equipo del hospital ahorra pasos como lavarse las manos, parece lógico, pero nuestro trabajo muestra que no es tan simple porque existen otros factores que propician este problema que por desgracia se mantiene presente.
Infecciones intrahospitalarias en México
De acuerdo con la Secretaría de Salud (SSa), en nuestro país las infecciones intrahospitalarias provocan la muerte de 32 pacientes por cada 100 mil personas, siendo la mayoría de los casos provocados por un mal lavado de manos.
En ese sentido, las más comunes son:
- Neumonía – 39.7 por ciento
- Infecciones urinarias – 20.5 por ciento
- Heridas quirúrgicas – 13.3 por ciento
- Y las asociadas a la circulación de la sangre – 7.3 por ciento