La investigación ha dejado pocas dudas de que la lipoproteína (a) elevada, o Lp (a), es un biomarcador importante para los resultados adversos en las enfermedades cardíacas y riesgo cardiovascular. Sin embargo, su función fisiológica exacta es poco conocida y existen desafíos con respecto a la detección, el diagnóstico y el tratamiento.
Los expertos recomiendan la detección de este factor de riesgo cardiovascular
Pero ahora, los expertos recomiendan la detección de este factor de riesgo, incluso con una escasez de datos controlados aleatorios. Citando evidencia creciente de que reducir los niveles de Lp (a) puede disminuir el riesgo de síntomas cardiovasculares y mejorar los síntomas.
A continuación, presentamos un análisis más detallado de este biomarcador de enfermedad cardiovascular infravalorado y no probado de forma rutinaria.
¿Qué es?
La Lp (a) es una partícula similar a las lipoproteínas de baja densidad (LDL) producida por el hígado que transporta el colesterol en la sangre. Y permanece alta en pacientes que experimentaron eventos cardiovasculares independientemente del manejo óptimo de lípidos.
La lipoproteína plasmática Lp (a) está genéticamente determinada y compuesta por una partícula de LDL rica en colesterol con una molécula de apolipoproteína B100 y una proteína adicional, apolipoproteína (a), unida mediante un enlace disulfuro.
Es proaterogénico y protrombótico mediante numerosos mecanismos. En última instancia, Lp (a) alberga rasgos aterotrombóticos de apoB. Los cuales se derivan de LDL, y apoA, que implican aspectos tromboinflamatorios.
Sin embargo, estos ensayos varían mucho
Los niveles de Lp (a) generalmente se analizan mediante inmunoensayos con anticuerpos policlonales contra apoA. Sin embargo, estos ensayos varían mucho, lo que puede resultar confuso para los investigadores y los médicos. Curiosamente, la investigación ha demostrado que las variaciones en el tamaño de la apolipoproteína (a) [apo (a)] afectan el resultado de los métodos inmunoquímicos que se utilizan para medir la Lp (a).
Además, la inexactitud de los valores de Lp (a) a través de métodos influenciados por el tamaño de la apo (a) compromete la determinación del estado de riesgo individual de enfermedad arterial coronaria, según los autores de una revisión publicada en Global Cardiology & Science Practice.
Significación clínica
Los autores de la revisión antes mencionada afirmaron que los resultados de “grandes estudios epidemiológicos han borrado cualquier duda de que la Lp (a) elevada representa un factor de riesgo cardiovascular independiente significativo”.
El riesgo relativo de enfermedad coronaria por incremento de 3,5 veces mayor en el nivel de Lp (a) fue de 1,16 y 1,13 para la edad y el sexo, respectivamente, después de compensar la presión arterial sistólica, el tabaquismo, los antecedentes de diabetes y el colesterol total. Estos hallazgos indican que la asociación entre la Lp (a) y la enfermedad coronaria solo se vio mínimamente confundida por los factores de riesgo convencionales.
En una revisión publicada en el Circulation Journal, los autores señalaron que los estudios de aleatorización mendeliana han demostrado que las concentraciones de Lp (a) son causales de diferentes tipos de enfermedad cardíaca. Incluida la enfermedad de las arterias coronarias, la enfermedad de la válvula aórtica calcificada, el accidente cerebrovascular y la insuficiencia cardíaca.
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