La Universitat Oberta de Catalunya ha lanzado un estudio sobre el impacto de la desinformación que se ha generado durante la pandemia del Coronavirus y los bulos médicos y ha constatado la presencia de una amplia cantidad de noticias falsas en este período, situación agravada por el alto poder de difusión de Internet.
Ana Sofía Cardenal, investigadora de los Estudios de Derecho y Ciencia Política y el doctorando Sergi Xaudiera han analizado el recorrido digital de esta información no verificada a través de Twitter en el estudio publicado en la revista “The Harvard Kennedy School (HKS) Misinformation Review”, de la Universidad de Harvard y han concreatdo que “en esta pandemia, la desinformación ha llegado a grandes masas al ser la primera vez que las fuentes creíbles compartían mensajes que no estaban avalados por la comunidad científica”.
El caso del Ibuprofeno el más famoso
Olivier Véran, ministro francés, a través de un tuit, aconsejó a los pacientes con COVID19 no tomar ibuprofeno y advirtió que tomarlo aumentaba la mortalidad entre los enfermos, a pesar de no existir evidencia científica. Dicho tuit tuvo muchísima repercusión, llegando a conseguir 41 mil retuits en la red social del pájaro azul y dio lugar a una noticia falsa que se extendió por varios países como Alemania, España, Francia, Italia y Países Bajos.
En España, la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) no tardó ni 24 horas, junto con Autoridades regulatorias europeas, en desmentir esta información, avalando el uso del ibuprofeno como potente antipirético, analgésico y antiinflamatorio y afirmando que no había ninguna información avalada científicamente de que Ibuprofeno y ketoprofeno agravaran las infecciones por COVID19.
Incluso la AEMPS recomienda, aparte del paracetamol para el tratamiento de la fiebre, el ibuprofeno como tratamiento de los síntomas menores de la enfermedad provocada por el SARS-CoV-2.
Existen muchas herramientas para hacer frente a la desinformación
Son muchas las posibles herramientas para hacer frente a la desinformación y Xaudiera ha defendido contrastar la información entre distintas fuentes y también entre distintos ámbitos geográficos y es por eso por lo que ha recomendado seguir a fuentes oficiales en primera instancia pero no dar validez directa a esas fuentes sino contrastarlas con otras de ámbito geográfico distinto, además de resolver dudas con profesionales de la salud.
Lo que está claro es que lo falso se propaga más que la verdad, tal y como publicó en 2018 un estudio de la revista “Science” en el que se demostraba que las noticias falsas se propagan más rápido, de forma más profunda y más ampliamente que la verdad y esto es algo que ha ocurrido durante toda la pandemia provocada por la COVID19.