Actualmente Estados Unidos enfrenta una severa crisis sanitaria a causa del consumo desmedido de opioides, problema que tan sólo durante el 2016 provocó el fallecimiento de 64 mil personas, por lo cual algunos ya han considerado a la epidemia como la más grande desde la aparición del VIH/SIDA hace 35 años.
Acerca de este problema, algunos acusan que se ha originado por la prescripción errónea e indebida de opioides dentro de los consultorios médicos y eso fue comparado con el condado de Mohave, en Arizona, el cual registra más recetas médicas que habitantes, lo cual es un síntoma de la agudeza de la crisis.
De esta forma, de acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), actualmente ese condado promedia 127.5 recetas de opioides por cada 100 habitantes, por lo que se trata del condado más prolífico en ese rubro y lo que provocó que en junio del año pasado Doug Ducey, gobernador de Arizona, declarara una emergencia de salud pública a nivel estatal para combatir esta epidemia.
Pero el problema no es sólo en ese lugar porque el CDC también añadió que el promedio nacional es de 70.2 recetas por cada 100 habitantes, cifra que ha disminuido en casi un 10 por ciento durante la última década pero de cualquier forma es considerada como elevada.
A raíz de lo observado es que se ha reiterado el apoyo de los médicos para recetar opioides sólo cuando el paciente realmente lo amerite y así ayudar a combatir el problema que ya es tan grave que anualmente provoca más decesos que los causados por armas de fuego, accidentes de tráfico y el cáncer de mama.