En Alepo, la gran ciudad siria que ha estado bajo fuego por los constantes ataques entre el régimen de Bashar al-Assad y las fuerzas rebeldes, ya sólo quedan 35 médicos con vida.
Este reducido número debe atender a una población de 250 mil personas y su situación cada día es más desesperante. Por dicha razón, los profesionales de la salud decidieron criticar abiertamente “la inacción” de Estados Unidos al considerar que no han hecho nada para detener las atrocidades que vive la gente en dicha región, por lo que exigieron al presidente estadounidense, Barack Obama, que los ayude.
15 de los 35 médicos realizaron una carta abierta en la que solicitan abastecimiento y una ruta segura por la que quedan pasar ellos y las agrupaciones humanitarias puedan transportar comida y medicamentos.
“Lamentamos la actitud de Estados Unidos porque no realiza ningún esfuerzo para terminar con el asedio y tampoco utiliza su poder e influencia para proteger a los civiles. No necesitamos ni lágrimas, ni compasión, ni oraciones. Sólo demuestren que son amigos de los sirios”, se lee en la carta.
Los médicos advirtieron que sin la existencia de una ruta segura de abastecimiento, existe el riesgo de que la hambruna se propague y de que los suministros de los hospitales se agoten por completo.
Cabe destacar que los ataques a centros de salud en Siria se han vuelto muy recurrentes y ya forman parte de las tácticas de guerra de las fuerzas del régimen. El conflicto armado ha dejado más de 290 mil muertos desde marzo de 2011.
Además, la Organización Mundial de la Salud dijo que Siria es el lugar más peligroso para desempeñar la práctica médica, con 135 ataques en 2015 contra centros sanitarios.