Tus palabras pueden ser el aliento que tus pacientes necesitan para seguir adelante o para despejar las dudas de salud que necesitan ser resueltas. Pero también es conveniente que aprendas un poco sobre la importancia de la comunicación no verbal, la cual puede ser de gran importancia para complementar los cuidados del paciente.
Estos son algunos ejemplos:
Apóyate en las imágenes
La gran mayoría de los pacientes no logran entender algunos conceptos médicos. Recuerda que ellos no poseen los conocimientos que tú tienes, así que a la hora de explicar las causas de alguna enfermedad, apóyate en imágenes, videos o cualquier otro material que ayude a ilustrar de manera visual las ideas que quieres comunicar.
Una mirada bastará
Cuando haces contacto visual en todo momento con tus pacientes, les estarás diciendo que realmente te preocupa su situación y que harás todo lo que esté en tus manos para que estén bien. Hazlo sobre todo cuando el paciente te diga qué es lo que le preocupa y cuando le hagas preguntas acerca de su situación de salud. Este tipo de comunicación también te dará la posibilidad de saber cómo se encuentra anímicamente la persona en cuestión.
Cuida el tono de tu voz
Muchos pacientes rehuyen de lugares en los que no se sienten cómodos. Un consultorio frío y que resulte hostil no dirá nada bueno de ti. Ocurre lo mismo con la forma en que te comunicas, particularmente con tu tono de voz. Cuando hables procura que tu voz transmita firmeza y seguridad, pero al mismo tiempo trata que se escuche amable y empática.
Aplica estos consejos cada día de la semana y notarás que los resultados se verán reflejados en la fidelidad de tus pacientes y claro está, en tus finanzas.