El término dark tourism o turismo oscuro es bastante reciente aunque la práctica no es nueva. Se utiliza para una práctica que se encuentra en aumento en el mundo. Pero más allá de lo exótico que representa, la realidad es que puede ser peligroso para la salud por múltiples motivos.
Desde que el humano se volvió nómada ha sentido curiosidad por conocer nuevos territorios. Lo más común es visitar nuevas ciudades o países para descubrir sus lugares más atractivos como playas, montañas o espacios históricos aunque ahora también existe una variante.
¿Qué es el turismo oscuro?
El término correcto para describir al turismo oscuro es tanatoturismo y consiste en visitar nuevos lugares que en el pasado estuvieron asociados con la muerte, tragedias, crímenes o sucesos macabros.
Lo anterior incluye desde espacios como cementerios y campos de concentración hasta sitios que sufrieron desastres naturales o tragedias humanas.
Esta forma exótica por tener nuevas experiencias incluso ha sido documentada en series como El Otro Turismo de Netflix. La primera temporada se estrenó en 2018 y mostró el interés por visitar lugares como la casa de Pablo Escobar en Colombia y el lugar donde ocurrió el desastre nuclear de Fukushima en Japón.
En el caso de México la serie llevó a los usuarios a un viaje por los templos de la Santa Muerte y recreó un cruce fronterizo ilegal simulado hacia Estados Unidos.
¿El turismo oscuro puede ser peligroso para la salud?
En sí el interés por conocer nuevos lugares es atractivo para la mayoría de las personas. El problema es cuando de manera consciente se quiere visitar lugares que son nocivos porque puede afectar tanto la salud física como la mental.
En el 2021 se publicó el artículo Death as attraction: the role of travel medicine and psychological travel health care in ‘dark tourism’ en la revista Tropical Diseases, Travel Medicine and Vaccines. Lo que menciona es que la salud psicológica de los viajeros se puede ver afectada en este tipo de experiencias.
Por otra parte, acudir a espacios como sitios radioactivos siempre es peligroso porque puede generar consecuencias a corto, mediano y largo plazo. Y finalmente, lucrar con la tragedia ajena es un aspecto mal visto en todos los sentidos.
¿El turismo oscuro es un fenómeno nuevo?
Ahora bien, el investigador del Instituto de Geografía de la UNAM, Álvaro López López, afirma que el turismo oscuro no es nuevo porque se supone que se practica desde el inicio de la humanidad por razones individuales y grupales.
“Lo impulsan el deseo de conocer lo excitante, lo prohibido o el morbo; todas y todos hemos sido turistas oscuros sin proponérselo”.
En México, a lo largo del año, pero sobre todo durante la celebración del Día de Muertos, las personas locales acuden a los cementerios a depositar flores y a rezar a sus familiares, por lo que tienen una conexión directa con el hecho de la muerte, pero cuando los turistas acuden a presenciar este ritual se genera un fenómeno de turismo oscuro, que se ha convertido en un hito turístico en nuestra nación.
Mencionó que para algunos autores como Philip Stone, Richard Sharpley o Dorina Buda, los turistas son motivados a acercarse a ámbitos oscuros por tener proximidad con aquello que en nuestra sociedad contemporánea “sanitizada” nos resulta cotidianamente ajeno.
Mientras que para otros académicos como Daniel Hiernaux o Maximiliano Korstanje la aproximación a sitios en donde se vive dolor y la pobreza se hace porque de alguna manera refuerza nuestra posibilidad de vivir en condiciones económicas superiores y que nos permiten viajar, al tiempo que ratifica nuestra posición social, tal como ocurre con el slum tourism.