Así como los virus entran al cuerpo para afectar la salud de las personas, existen otra clase de “virus” o malos hábitos que pueden corroer la relación con tus pacientes a una velocidad extrema.
A continuación te presentamos 3 hábitos negativos que afectan la atención al paciente y a tus ingresos económicos:
- Derrotismo. Este mal hábito a las personas que se sienten y actúan como perdedores. Es característico de aquellos profesionales de la salud que anticipan el “no” de los pacientes. Es decir, cualquier objeción de las personas puede convertirse en un pretexto para no vender sus servicios de salud. Piensan que los objetivos mensuales son inalcanzables o que por la crisis económica, los pacientes dirán no a todo. Si crees que es difícil a traer a nuevas personas a tu consultorio, entonces de verdad no lo conseguirás. Si identificas este problema, haz algo para solucionarlo.
- Corrosividad. Si más personas trabajan en tu consultorio o empresa de salud y éstas se sienten frustradas, es posible que contagien su actitud negativa al resto del equipo de trabajo. Son expertos en destruir los referentes positivos que los demás integrantes pueden tener de la empresa de salud. Algunas de sus frases favoritas son: “Debemos buscar otro trabajo” o “esto no va a funcionar”. Son como una especie de vampiros especialistas en extraer la energía de los compañeros, lo que perjudica la armonía del trabajo en equipo. Si los detectas, platica con ellos y busquen una solución.
- Opacidad. Se trata de aquellos profesionales de la salud que no tienen luz ni brillo propio. Suelen trabajar con métodos de trabajo rutinarios y poco funcionables. Tienen poca creatividad para desarrollar nuevos esquemas de trabajo y aplican poca emoción en su trabajo diario ocasionando malos resultados a futuro tanto con los pacientes como económicamente.